Criado por una chilena y un peruano, Francisco Heredia ha montado la música entre tributos a System of a Down y el clásico guitarreo lleno de guiños a Jorge González. Por este mes, el joven que decidió tomarse en serio la música como oyente tras jugar Guitar Hero, llevó el pasatiempo a un nuevo nivel y ya luce flamante su primer larga duración, el debut que viene a hablar sobre todo lo que ve y lo que algunos no quieren escuchar.
Literal. "Todo lo que quiero decir es lo que no quieren escuchar" es el rotulado para las 9 canciones que Francisco grabó entre el 2015 y los primeros meses de este año. "Como a los 16 me propuse hacer canciones. Investigué historia de músicos, la estructura de las obras, volví a escuchar música en español después del periodo Guitar Hero, y con toda la presión autoimpuesta caché que no estaba funcionando. Me calmé, y cuando ya estaba en la universidad las cosas empezaron a fluir", cuenta.
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El estudiante de Sonido, atribuye el nombre de su proyecto al alimentador fantasma de los micrófonos (phantom power). Llegó a componer 12 canciones, tres de ellas quedaron fuera y una de esas formó el concepto de la entrega. "Habían dos canciones: 'No quieren escuchar' y 'Lo que quiero decir', que no quedó porque era una intro que no pegaba. El nombre del disco es un juego de estos dos nombres porque siento que los adultos ya ven la vida de otra forma, nacieron en dictadura, fueron criados con miedo. Los más grandes están formados para estar asustados, listos para decir que no", argumenta. "Yo puedo decirle muchas cosas a la gente adulta pero ellos sólo ven la imagen que quieren ver. Seguramente a mis hijos les va a pasar lo mismo conmigo".
Por ahora, como joven nacido en el 93 entre canciones de Los Prisioneros y vals criollo peruano, es hoy él un incomprendido. Sus letras y el ritmo acelerado de espíritu pop punk lo dejan en claro. Habla de la parálisis del sueño que lo acompaña desde chico en 'Tengo insectos en mis zapatillas', piensa en el daño que le hemos hecho al mundo en ese ejercicio de mirar mil años adelante en '3017', parodia la balada romántica tradicional en 'E.P.E.M' y trata conflictos familiares en 'Qué barsa'.
"'Por qué no tiramos una bomba en La Moneda?' nació durante el verano, cuando los bosques se estaban quemando y lo cambié por el mundo en llamas. En mi colegio hay una placa conmemorativa a los detenidos y desaparecidos en dictadura, es una idea que siempre me ha acompañado, en mi casa se habló de ello. Tirar una bomba sobre La Moneda es una frase que da para todo: hay gente que piensa que es fascista, y otra gente que piensa que es la contestación, una frase de la juventud".
Francisco habla mucho de los adultos, parece que está lejos de sentirse uno pero tiene mucho para decirles. "No quieren escuchar' es una canción para ellos que no quieren ver lo que nosotros, los más chicos, tenemos para decir sobre nuestra realidad", comienza poniendo como ejemplo el plebiscito del 88. "A mi mamá no le puedo decir que no sirvió de nada, se enoja porque ella fue partícipe de eso, pero no logra ver que de nada sirvió si seguimos bajo una constitución como la que tenemos".
Y si la realidad política social de su madre lo inspiró en su debut, también lo hizo la de su padre. "Tierra' es la canción más latinoamericana que hice. Pareciera que seguimos viviendo en una colonización pero ahora no hay castillos, hay edificios corporativos, grupos financieros, el español de aquí y el inglés de allá, todos ganando a costa de nuestra tierra mientras nosotros estamos aquí, apretados, trabajando como nunca"
Un casi adulto contando sus historias entre Atari Teenage Riot y Jorge González, quien inevitablemente llega a la cabeza cuando alguna de las canciones de Poder Fantasma suena.
"Cuando más chico siempre me dijeron que cantaba parecido, es cosa de moldearse yo creo. También escuché mucho a los Beatles pero nadie me va a decir que canto como John Lennon. Jorge González es el referente que tuve, desde siempre, como niño, como fanático escolar, ahora de grande. "Es un referente que no puedo obviar", dice.
Entiende que ser músico en Chile es algo político, porque hay que formar comunidad, porque hay que tocar en lugares "donde van a llegar los pacos sí o sí". Chile, "la bonita mesa que está construida con todas las patas flojas, al borde del colapso", dice sobre uno de sus países. Al otro lo va a visitar siempre, tiene una opinión más de turista pero no olvida la historia que sus abuelos tuvieron que recorrer desde la extrema pobreza y el miedo.
"El año pasado fui al Limapopfest y conocí a la gente de Gatitx Discos, conocí a Santino de Suerte campeón, y sumado a mi familia, las cosas se dan para que vaya constantemente". Este 5 de octubre, Poder Fantasma va a lanzar su disco en la capital peruana en una fecha en la que lo acompañarán los peruanos de Gomas, y los chilenos Amarga Marga, una de las primeras bandas que lo invitó a formar parte de las tocatas del circuito santiaguino del indie.
* Fotos de Darinka Osorio.