Es una guerra con varios frentes. Cuando un hombre tan poderoso como Harvey Weinstein está bajo fuego, las esquirlas llegan lejos.
La primera batalla es con la prensa: esta semana, The New York Times publicó un extenso reportaje sobre un el historial de acoso sexual por parte del productor, ganador del Oscar, y responsable de empujar al éxito películas como El discurso del Rey o Bastardos sin gloria, con distintas mujeres, empleadas, actrices novatas o modelos. El modus operandi, narrado por distintas mujeres que no se conocen entre sí, era el mismo y habría ocurrido a lo largo de tres décadas: invitarlas a una reunión de negocios a una suite de hotel, para mostrarse sin ropa, pedirles masajes o compartir ducha. Según The New York Times, Weinstein ha llegado a ocho acuerdos fuera de la corte para detener acusaciones judiciales al respecto. Todas las involucradas firmaron documentos que aseguran su silencio.
Weinstein es un personaje no sólo poderoso, gracias a su trabajo en Miramax y luego en su productora propia The Weinstein Company -que posee junto a su hermano Bob desde 2005-, sino que también es famoso por su estilo rudo, impetuoso e infinitamente enérgico cuando se trata de hacer llegar una de sus películas hasta el Oscar; es el rey de la campaña, y ha trabajado con prácticamente todo actor de peso en la industria. Además, es un importante donante para los demócratas, incluida Hillary Clinton, y hasta la hija de Obama hizo una práctica estudiantil en su empresa.
Ayer, la lucha de Weinstein con el periódico, siguió: él ha insistido que los demandará, pero no por difamación, sino que por no darle tiempo para responder a las dudas que le enviaron, dos días antes de la publicación de la nota. Por mientras, en The New York Times insisten que el ejecutivo no ha negado los hechos más importantes, y le han urgido dejar hablar a las mujeres involucradas. Mientras, la abogada de Weinstein, Lisa Bloom, fue a la TV y dijo que el comportamiento de su cliente era "asqueroso". Añadió que no hay un juicio acá de acoso sexual, pero añadió: "Estoy trabajando con un tipo que se ha portado mal a lo largo de los años, que está sinceramente arrepentido".
Seis senadores demócratas anunciaron ya que devolverán los fondos que fueron donados a sus campañas por Weinstein. Y actrices como la ganadora de Oscar Brie Larson, además de Lena Dunham, han públicamente hecho un llamado a apoyar a las víctimas y detener comportamientos como los de Weinstein. Pero según The New York Times, varios personajes influyentes de Hollywood han sido contactados y no han querido dar opiniones públicas al respecto, nuevamente generando un campo de batalla en Hollwyood, recordando casos como el de Woody Allen o Roman Polanski; los que llaman a boicotearlos, y los que siguen protagonizando sus filmes.
Mientras, la poderosa The Weinstein Company ha tenido varias reuniones de gestión de crisis que, según ha trascendido, han terminado en enfrentamiento. Ayer se esperaba una declaración oficial, y según reportes, se llamaría a la renuncia de Weinstein de su propia empresa por parte de accionistas, a pesar de que el productor ya voluntariamente se sometió a un retiro temporal.