Jackson Galaxy, rostro de Animal Planet: "Con los años se ha hecho normal que alguien como yo trabaje con gatos"

Jackson Galaxy

El experto en comportamiento felino, personaje de culto del cable gracias a su programa Mi gato endemoniado, habla con Culto sobre su vida dedicada a las mascotas.


"Me mudé a Los Angeles por la simple razón de que quería estar cerca del agua. Y algunos de mis amigos tenían contactos con la gente de la televisión, entonces cuando las personas adecuadas se enteraron que alguien que se veía como yo trabajaba con gatos, les interesó mucho", cuenta al teléfono Jackson Galaxy (51) sobre la génesis de su programa Mi gato endemoniado, de Animal Planet. Y es con su apariencia, llena de tatuajes, una barba rockera y aros, Galaxy -cuyo nombre real es Richard Kirschner- difícilmente parece un alma sensible que trabaja con animales. "Quizás se pueda pensar que trabajo con animales, pero no con gatos", agrega soltando una carcajada.

De personalidad amable y risa fácil, Galaxy es uno de los personajes del cable que llegan al estatus de culto y adquieren fama más allá de sus programas, como César Millán del El encantador de perros, o Rick Harrison de El precio de la historia. En Mi gato endemoniado, por ocho temporadas -en Chile, el actual ciclo se emite los sábados a las 22 por Animal Planet- el norteamericano ha enseñado a dueños a entender y lidiar con conductas problemáticas de sus felinas mascotas.

"Con el pasar de los años se ha hecho algo normal que alguien como yo trabaje con gatos. Cuando empecé, era casi un insulto a tu masculinidad ser así. Pero hoy tenemos una numerosa audiencia masculina. Al principio no la teníamos", explica Galaxy, quien terminó en su particular oficio como experto en comportamiento felino luego de intentar hacerse paso en la industria de la música. "En los 90 yo era un músico desfinanciado que necesitaba un trabajo urgente, y encontré uno en un refugio de animales. Fue cosa del destino, porque yo nunca tuve planeado dedicar mi vida a trabajar con animales; simplemente estaba harto de trabajar con personas", asegura, mientras filma la novena temporada de su programa.

-¿Cuál es el mito más grande que la gente tiene con los gatos?

-Lo que más me encuentro es que la gente piensa que como los gatos son algo difíciles de leer para alguien sin entrenamiento, es que se piensa que son apáticos o desdén. Se piensa que a los gatos no les importamos, que prefieren estar solos, y eso es una completa falacia. Los gatos no son solitarios. Son seres comunitarios y que son muy apegados a sus familias.

-¿Es difícil cambiar el comportamiento de un gato?

-La verdad es igual que cualquier otro animal, tenga dos patas o cuatro. Para cambiarlo tienes que entender qué los motiva. No conozco a ningún humano que haga un cambio en su vida sólo porque se lo pides. Una persona cambia porque le sirve ese cambio. Con los gatos es igual. Hay que entender qué les acomoda para que puedan cambiar.

-Usted tiene tanto perros como gatos. ¿Es verdadera la idea de que un perro es más fácil de educar que un gato?

-Absolutamente, pero déjame explicarte por qué. El ser humano básicamente creó al perro como mascota. Lo sacamos de la naturaleza hace decenas de miles de años y decidimos; "quiero que seas mi compañero". Y por milenios hemos cultivado esa personalidad, entonces ahora los perros tienden a querer hacernos felices, y además podemos leer fácilmente su lenguaje corporal, porque nosotros lo creamos. Con los gatos no hicimos eso. Históricamente, los gatos cumplían una sola función, que era comerse las ratas en los lugares donde guardábamos nuestra comida. Y por años no hubo ningún cambio. Ahora, siglos después nos frustra que no hagan nada por nosotros, cuando por cientos de años nunca les pedimos que lo hicieran. Creo que lo más importante que tenemos que tener presente es que los gatos son animales apenas domésticos. En cierto sentido, estás viviendo con un animal cuasi salvaje.

-Siendo un personaje televisivo, ¿La gente lo detiene mucho en la calle para preguntarle por gatos?

-Todos los santos días (se ríe). Sea que esté en un avión, en un restaurante, haciendo fila en una tienda o caminando por la calle, sé que una de dos cosas van a pasar: la primera es que alguien me va a mostrar una foto de su gato, cosa que amo, y lo otro es que me van a preguntar cómo resolver sus problemas con el gato, lo que aprecio menos. Tengo un nuevo libro, el cuarto que he escrito, y que saldrá en unas semanas, y mi motivación para hacerlo fue que responde todas estas preguntas que me hacen. Mi objetivo siempre, sea con la serie, con los libros o con las clases que hago, es mantener a los gatos en sus hogares; darle a la gente la información que necesitan para solucionar sus problemas. Y así quizás puedo comer en público tranquilo (se ríe).

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