Fue el género que ayudó a consolidar al terror como un interés de masas en el cine post El exorcista (1973). Las primeras películas slasher establecieron una dinámica común que las cintas de horror más exitosas seguirían en las décadas siguientes: un sicópata -generalmente enmascarado- acosa a un grupo de jóvenes asesinándolos uno por uno con objetos afilados, en historias donde abunda el derrame de sangre y el sexo gratuito.

La masacre de Texas (1974), del recientemente fallecido Tobe Hooper, fue el primer gran éxito, pero no fue hasta Halloween (1978), de John Carpenter, que la fórmula se perfeccionaría, transformándose en una de las películas más rentables de todos los tiempos. Viernes 13 (1980), Pesadilla (1984) y Scream (1996) siguieron esa ruta, pero la última, una sátira a los clichés del subgénero, pareció ser la última gran innovación de la fórmula, fuera de algunas cintas posteriores taquilleras, pero algo olvidables (Sé lo que hicieron el verano pasado, Leyenda urbana).

En el nuevo milenio, las cintas slasher parecían haber sido enterradas. Secuelas, remakes y alguna que otra entrada original no lograron hacerse espacio entre el auge del found footage y el renacer de los demonios. Incluso en la actualidad, pareciera que la idea de un asesino con cuchillo es obsoleta frente al terror moderno de autor y existencialista.

Por eso el caso de Feliz día de tu muerte ha tomado por sorpresa a la industria del cine. La película se transformó en la primera representante slasher en transformarse en un éxito en años, y sin ser una secuela, reboot o remake. Lideró la taquilla el fin de semana en Estados Unidos con US $ 26 millones, derrotando a Blade runner 2049 (en su segunda semana en cartelera), teniendo un presupuesto 30 veces menor. En Chile vendió 52 mil entradas en sus primeros días den cartelera, y su recaudación global es de $ 31 millones de dólares, más de seis veces su inversión. Todo para una película sin grandes estrellas, que apenas tuvo campaña de marketing y que representa a un subgénero que parecía extinto.

La historia básicamente mezcla la clásica dinámica slasher con El día de la marmota: Tree (Jessica Rothe) es una frívola joven universitaria que el día de su cumpleaños es asesinada por una figura enmascarada. En vez de ser su final, despierta nuevamente la mañana del mismo día, terminando con ella asesinada una y otra vez. La joven decide que la única forma de prevenir el hecho es encontrando al responsable, algo difícil considerando que sus compañeros tienen motivos de sobra para ser sospechosos. "No alcanzará nunca un estatus de clásico como El día de la marmota, pero es una cantidad tremenda de entretención", afirmó la revista Entertainment Weekly.

El éxito de la película llega en un momento perfecto para Blumhouse, la compañía de producción detrás de la cinta. No sólo cierra un año donde ya dos veces antes habían superado con creces las expectativas en torno a una cinta de terror -el estudio también produjo Fragmentado y Huye este 2017-, sino que además resulta un antecedente positivo a considerar uno de sus próximos proyectos: una nueva entrega de Halloween, a estrenarse en octubre de 2018, para el aniversario 40 de la película original.

La película marcará el regreso de su creador, John Carpenter, por primera vez en casi cuatro décadas, desde que produjo la tercera parte en 1982. En la nueva película oficiará como productor ejecutivo y compositor de la música, dejando la silla de director a David Gordon Green (Piña express). Jamie Lee Curtis además interpretará por quinta vez a Laurie Strode, la protagonista y el papel con el que debutó en el cine. La historia ignorará las siete secuelas de la cinta original.