Horacio Salinas y Patricio Manns se conocieron hace medio siglo, cuando el país presenciaba el despegue de la Nueva Canción Chilena, y una década después formalizaron en el exilio una sociedad creativa que terminó siendo fundamental para el cancionero local. Pero a ambos les gusta pensar que su vínculo tiene un origen previo, casi místico, como el de aquellas relaciones que están determinadas a aflorar por obra del destino.
"La madre de Patricio fue compañera y amiga de mi madre en la Escuela Normal de Angol. Incluso nuestros padres se conocían, salían los cuatro juntos. Patricio siempre ha tenido la fantasía de que hubo algo ahí, por eso dice que soy como su 'hermano putativo'", explica el director musical de Inti-Illimani Histórico, quien, según sus cálculos, desde fines de los 70 ha compuesto junto a Manns más de cuarenta canciones, entre ellas piezas emblemáticas del repertorio popular chileno, como "Samba Landó", "Vuelvo", "Retrato" y "Medianoche".
Una brillante sociedad que ahora suma un nuevo hito, con un lanzamiento de título elocuente: Hemos hecho lo querido y hemos querido lo hecho, libro que recoge una serie de conversaciones entre ambos, en las que Salinas busca construir una biografía libre de su colega en base a preguntas sobre procesos compositivos, inspiraciones, anécdotas de infancia y también temas extramusicales, como la religión y las drogas.
"Si bien nos conocemos hace mucho tiempo, había muchas cosas que desconocía sobre Patricio, desde la importancia que tuvo su familia en Angol hasta algunas de sus preferencias, la música que escucha actualmente o los libros que lee. En ese sentido me parece que es una conversación que merecía ser publicada", detalla el "Loro", quien se vistió de entrevistador para un proceso de preguntas y respuestas que se extendió por cerca de seis meses, cuyo resultado será presentado este domingo en la FILSA, en lo que adelantan será "una conversación cantada".
Afición tardía
Tal como hizo cuatro años antes con La canción en el sombrero, donde contó su propia versión de las cinco décadas de historia de Inti-Illimani -incluyendo las circunstancias que llevaron al conjunto a dividirse en dos facciones distanciadas hasta hoy-, el actual presidente de la SCD asegura que no aplicó tijereteo en su nuevo libro.
"No edité nada. Todo lo que está ahí fue lo que él dijo", asegura el guitarrista sobre los diálogos con su compinche, quien en las 136 páginas del volumen entrega el contexto detrás de sus mayores éxitos, detalla su relación con otras figuras de la música y la política, cuenta que entró a la música por los boleros de Lucho Gatica y Los Panchos, y revela algunas de sus aficiones actuales, entre las que destaca el esoterismo y las canciones de Mon Laferte, "una voz chilena que me dejó turulato", según declara.
En paralelo, Salinas ya piensa en su próxima aventura editorial. "Me he dado cuenta que escribir es muy parecido a componer música. Es algo que descubrí de forma tardía, porque Patricio lo hace desde los 15 años, pero ya estoy pensando en mi próximo libro, lo tengo bastante avanzado", anuncia el músico.