El cantante Jesse Hughes, visiblemente emocionado, y otro miembro de la banda tocaron dos canciones: "Save a prayer", el último título entero que interpretaron el 13 de noviembre de 2015 antes de que comenzara la matanza en la sala, y "I love you all the time".
Hughes distribuyó luego rosas blancas a los allegados de las víctimas, frente a la alcaldía de un barrio del este de París donde actuaron, constató un periodista de la AFP.
Hace un año, con motivo de la reapertura del Bataclan, la dirección de la sala declaró que el cantante de los Eagles of Death Metal no era bienvenido debido a varias declaraciones controvertidas.
Además de expresar sus sospechas sobre los agentes de seguridad de la sala, Hughes, que milita a favor de las armas, declaró a mediados de 2016 en una entrevista a una publicación estadounidense, conocida por sus posiciones extremistas, que había "visto a musulmanes celebrando en la calle durante el ataque".
Tras estas declaraciones, dos festivales franceses anularon la participación del grupo en sus programaciones respectivas.
El grupo estadounidense actuó no obstante en París tras los atentados, una primera vez brevemente tras un concierto de U2 y luego durante un concierto bajo fuertes medidas de seguridad y ante un público en parte integrado por supervivientes del ataque.
Los atentados yihadistas del 13 de noviembre dejaron 130 muertos, entre ellos 90 en el Bataclan, donde se hallaban 1.500 personas para el concierto de los Eagles of Death Metal.
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