El camino de El señor de los anillos a la televisión
Uno de los acuerdos más millonarios de la historia de la pantalla chica le permitieron a Amazon quedarse con los derechos de la saga literaria.
Como suele suceder en este tipo de negociaciones, la cifra final del acuerdo no ha sido públicamente revelada. Pero, también como es costumbre, la industria ha llegado rápidamente a un número estimado: US $ 250 millones de dólares. Eso se supone que costaron los derechos televisivos de El señor de los anillos, dando lugar a uno de los acuerdos más costosos en la historia de la pantalla chica. Lo sorprendente es que fuera Amazon y su plataforma de streaming Prime Video los que lograron quedarse con el preciado contrato.
El acuerdo es, de muchas formas, inédito: nunca antes se había pagado tanto dinero por el simple derecho a desarrollar un concepto, que aún no tiene absolutamente a ningún director, guionista o productor a cargo, y menos un elenco. No sólo eso, sino que el trato incluye de entrada la realización de varias temporadas, con cada una con un costo aproximado de US $ 150 millones.
Sólo para quedarse con los derechos de la serie, Amazon pagó más de cuatro veces la inversión más alta que haya realizado en los últimos años por una producción original. Un verdadero antes y después para una compañía que lleva apenas cuatro años desarrollando programación propia y que actualmente enfrenta un escenario complejo, tanto delante como detrás de cámaras.
A pesar de haber conseguido el reconocimiento crítico a través de un par de sus series originales, Amazon todavía no cuenta con un hit inapelable; una serie que pueda acaparar la conversación en la cultura pop como su principal rival, Netflix, ni tampoco que presente una competencia real para las producciones más exitosas del cable. Varias de sus series no superan ni si quiera la primera temporada.
Con la contundente inversión en El señor de los anillos, la compañía que hace tiempo evolucionó más allá de las ventas online tiene una misión clara: producir su propio Game of thrones, adaptando justamente la historia que hizo posible la existencia de la serie épica de HBO.
La Tierra Media a la TV
La venta de los derechos de la saga literaria del fallecido J.R.R. Tolkien fue realizada por New Line Cinema -quienes han realizado las seis adaptaciones cinematográficas de sus libros- y el hijo del autor, Christopher (de 92 años), quien ha dedicado buena parte de su vida adulta en editar trabajos póstumos de su padre (incluyendo El Silmarillion, la biblia del universo Tolkien), ampliando el mundo que éste creó en sus libros, conocido como la Tierra Media, un lugar donde humanos medievales conviven con orcos, elfos y otras criaturas fantásticas.
Los derechos fueron negociados con tres potenciales compradores: HBO, Netflix y Amazon, aunque según reportes de los sitios de entretenimiento, los primeros se bajaron de las negociaciones rápidamente (probablemente la cadena de cable consideró que ya tiene una costosa serie de fantasía en su catálogo), dejando la puja final entre los dos servicios de streaming, con Amazon finalmente poniendo más dinero sobre la mesa.
Los planes narrativos de la compañía son distintos a la multipremiada trilogía cinematográfica de principios de milenio, donde las películas de Peter Jackson ganaron desde Oscar hasta una recaudación de casi $ 3 mil millones de dólares, contando la historia de Frodo y su aventura por destruir el anillo único, un poderoso artefacto mágico que corrompe a quien lo posea. Tampoco adaptarán la historia de El Hobbit, el libro que antecede la trilogía, y que también fue adaptado a tres películas por el mismo Jackson esta década, aunque con críticas tibias y una taquilla más moderada.
Según explicó Amazon a través de un comunicado, "la serie explorará nuevas historias, que ocurrirán antes de los sucesos de La comunidad del anillo (el primer libro de la trilogía)". La afirmación abre posibilidades a que la historia se desarrolle entre los eventos de El Hobbit y El señor de los anillos, o incluso antes de ambas novelas, usando como base el universo literario expandido de Tolkien. Los derechos también incluyen la posibilidad de desarrollar uno o más spin-offs, independientes de la serie principal.
De cualquier forma, El señor de los anillos se transformará pronto en el proyecto clave para el futuro económico de Amazon, desde aspectos más allá de lo televisivo -la compañía es la principal vendedora de libros a nivel mundial, y según reporta Deadline, espera aprovechar la serie como una forma de sinergia y vender más de estas novelas-, hasta estratégicos: además de gigantes como Netflix y HBO, Disney está próximo a lanzar su propia plataforma de streaming, teniendo los derechos sobre algunas de las propiedades intelectuales más populares de la actualidad. Si Amazon espera sobrevivir este escenario, necesita finalmente tener un verdadero hit.
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