Según reportan las agencias EFE y AFP, la policía de Berlín detuvo hoy a un hombre de 58 años y cuya identidad no ha sido desvelada, acusado de estafa y engaño al intentar vender los diarios de John Lennon.

Además, hay un segundo sospechoso que escapó a Turquía y que podría estar vinculado con el conductor de origen turco Koral Karsan, a quien Yoko Ono despidió luego de un intento de chantaje.

Hasta que termine la investigación, todavía abierta, los diarios de vida permanecerán bajo custodia de la Fiscalía de Berlín, en un capítulo más de una convulsionada historia.

Veinticuatro horas después de que Lennon fue asesinado, el 8 de diciembre de 1980, su asistente personal Fred Seaman contactó al escritor Robert Rosen para encargarle una tarea. El verano anterior, durante una larga estancia en Bermudas, John le había encomendado que, si algo le sucedía, debía asegurarse de que se escribiera su verdadera historia, la de sus últimos años, bastante diferente a la que proyectaban los medios de comunicación y su propia esposa, Yoko Ono.

Rosen transcribió los diarios completos durante un trabajo que tomó meses, pero al tomarse unas vacaciones, los papeles fueron robados de su departamento.

Los diarios de Lennon

Rosen siempre sospechó de Seaman, pero los robos continuaron. La viuda Yoko Ono denunció en 2006 la sustracción desde su mansión en Nueva York de los diarios, que no volvieron a aparecer hasta 2014, cuando un anónimo vendedor trató de colocarlos entre coleccionistas alemanes. Desde entonces permanecen confiscados como pruebas y bajo custodia de las autoridades alemanas y ahí seguirán, al menos hasta que sea detenido el segundo sospechoso.

"El conjunto contiene varios objetos personales, por ejemplo unas gafas, además de varios diarios manuscritos, postales y cartas", describe el portavoz de la Fiscalía de la capital alemana, Martin Stelner.

Su autenticidad ha sido confirmada y su valor es incalculable, porque al parecer contienen confesiones que darían la vuelta a la imagen pública del ícono del pop y del pacifismo mundial.

Lennon pasó sus últimos años obsesionado con Jesucristo y arrastrado por su mujer a la brujería, con un lector de cartas contratado fijo y que alimentaba su odio contra Paul McCartney. Cuando Paul fue detenido en Asia por posesión de marihuana, Lennon lo celebró en su casa, según dejó constancia en los diarios, convencido de que el acontecimiento había sido fruto de un hechizo.

"El John Lennon que yo encontré en sus diarios, los cuales cubrían de 1975 a 1980, era un hombre rico y contradictorio. Mientras estuvo encerrado en el Dakota, cuando estaba retirado del negocio de la música, estuvo celoso del éxito de Paul McCartney y de su cadena de discos triunfantes. Cada día pensaba en Paul. Cada día escribía obsesivamente en su diario. Algunos días John huía y rechazaba su pasado Beatle, del cual no podía escapar. Otros días abrazaba ese pasado, disfrutando su fama y el ser reconocido en la calle, disfrutando su dinero y su capacidad de comprar cualquier cosa que quisiera", contó Robert Rosen a Culto en octubre pasado.

Los diarios contienen además confesiones que causarían escándalo, como detalles sexuales sobre la relación de la pareja con Andy Warhol o las relaciones que Lennon mantuvo con su masajista y que describió con todo detalle en el texto.

Las anotaciones de Lennon, realizadas en su época más oscura y cuando se cuestionaba incluso su existencia, han sido víctimas de personas que trabajaron para la pareja y que han intentado exprimir su contenido económicamente, al tiempo que Yoko Ono se esforzaba por controlar su publicación a cuentagotas. Tal vez cuando sea detenido el último sospechoso, surja la posibilidad de una edición que ponga fin a su secuestro por unos y otros.