¿Por qué nunca se reconoció a Winona Ryder como productora ejecutiva de Drácula?
El 13 de noviembre de 1992 se estrenó en los cines una adaptación de la leyenda de Drácula que pertenecía al escritor Bram Stoker. Si bien Francis Ford Coppola figura como director y Gary Oldman como protagonista, fue Winona Ryder la principal gestora de la producción.
La adaptación cinematográfica de la novela de Bram Stoker cumplió 25 años este mes. Un filme que ha sido alabado usando la dirección de Francis Ford Coppola y la actuación de Gary Oldman como principales argumentos. Sin embargo, quien es considerada la co-protagonista, fue mucho más que una "actriz" como aparece catalogada en los créditos.
Un reportaje de Vanity Fair registra un dato respecto al rol que jugó Winona Ryder, más allá de su personaje Mina Hanker. Ryder tenía 19 años y películas como Beetlejuice, Heathers y El joven manos de tijeras al hombro cuando llegaron a sus manos 10 guiones. De estos, fue el escrito por James V. Hart el elegido: la adaptación de la novela Drácula perteneciente a Bram Stoker.
La actriz concedió a Francis Ford Coppola el cargo de director, y ya que Ryder se comprometió a tomar el papel de Mina, Columbia accedió a financiar el proyecto. Los nombres de Keanu Reeves y Gary Oldman también fueron sugerencia de la joven, quien no figura en los créditos como productora.
Pero esto no es lo único que empaña Drácula de Bram Stoker en la filmografía de la actriz.
Diversos artículos de "Datos curiosos" o "Cosas que no sabías de", cuentan que para la escena de desnudo de Ryder, el director le pidió a su hijo Roman Coppola que la convenciera, ya que a ella le preocupó que su pareja de entonces -Johnny Deep- se enojase.
Otra historia que circula en torno al backstage de Drácula, es que Ryder y Oldman no se soportaban, pero aquello tiene un origen que se explica con el testimonio de Jonathan Emrys, un extra del film.
Fue durante el rodaje del primer encuentro entre el conde y Mina. Llevaban varias tomas sin dar con las expresiones que Coppola esperaba de Ryder. De pronto, Gary Oldman tomó un calabacín y, justo cuando Ryder lo vio, lo colocó en su entrepierna e hizo gestos obscenos con él fuera de plano. El director nunca dejó de grabar, y de esos cortes sacó la escena que finalmente dejó en la película. Según constata Vanity Fair, la actriz abandonó el set furiosa mientras Oldman se reía a carcajadas.
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Drácula de Bram Stoker.[/caption]
Si bien la cinta se ciñe al escrito de Stoker, agregó un prólogo y una escena de sexo, la primera en carrera de Winona. En ella, Mina se entrega a sus deseos con el conde Drácula, y luego se tira sobre la cama gritando "¡sucia!".
Sin embargo, el proceso para llegar a aquella escena fue logrado por medio de vejámenes verbales hacia la actriz. Un reportaje de Premiere narró:
"Cuando Mina despierta de ese trance libidinoso, Ryder debe tirarse sobre la cama y derrumbarse mientras grita '¡sucia! ¡sucia!'. La actriz intenta falsear su interpretación en el primer par de tomas cubriéndose la cara con las manos. Tal y como le ha pedido Coppola en secreto, su compañero y amigo Keanu Reeves empieza a insultarla y a avergonzarla. Entonces, también improvisando, Coppola empieza a gritarle 'eres una zorra, eres una puta zorra. Mírate. ¡Mírate! Tu propio marido te está viendo'. Ese es justo el empujón que Ryder necesita, se retuerce y colapsa sobre la cama. Una y otra vez, Coppola la fuerza a agitarse y a llorar, negándose a detener las cámaras mientras ella repite la escena seis, siete, ocho veces. 'Basta', indica ella de forma mecánica. Coppola se levanta corriendo y acoge a la frágil Ryder entre sus brazos. 'Lo siento, lo siento mucho' le susurra, 'no lo decía en serio'".
Coppola fue consultado por este episodio, el cual no fue reconocido por el director aunque sí admitió: "siempre intento trastornar a los actores (…) el rodaje se vuelve demencial, pero a ellos les gusta".
En entrevista con Rolling Stone, este episodio fue recordado a la otra parte de la historia. Winona Ryder concedió una entrevista a la revista a propósito de su filme La edad de la inocencia, cuando de pronto el periodista le dijo: "hablemos de Drácula". Si bien la actriz intentó evadir el tema y remitirse a su -en ese entonces- más reciente trabajo, la insistencia del periodista la llevó a responder: "Oh, sí, fue genial. Me encanta que me llamen puta y zorra. Es una técnica completamente estúpida y no, no funciona".
Su respuesta no quedó allí: "Jamás habría hablado mal de Drácula en aquel momento. Por suerte, ahora ya no necesito ser la actriz favorita de Francis Ford Coppola para tener una buena carrera. Ahora sé que puedo tener mi propia opinión y seguir siendo respetada. Pero en aquel momento me sentía asustada, porque él me intimidaba. Creía que si me quejaba la gente pensaría que estaba loca".
Aunque a comienzos del 2000 fue catalogada como "cleptómana" -tras su detención por robar en una tienda- o incluso "actriz de capa caída" por su desaparición de las grandes producciones, regresó en gloria y majestad con la serie Stranger Things de Netflix.
Su personaje Joyce Byers es una de las piedras angulares del show que convoca miles de espectadores, y es en esta serie que probablemente refleja lo que es Winona Ryder fuera de la pantalla: una mujer capaz y decidida, que independiente que el resto la califique de "loca", sigue adelante.
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Stranger Things 2[/caption]
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