Ninguna se hizo de rogar. Cuando a mediados de julio la cantautora Cristina Concha envió un email a sus colegas chilenas y de otros países, invitándolas a sumarse a un proyecto creativo en torno a la figura y el legado de Violeta Parra, la respuesta fue inmediata. Y lo que en un principio se pensó como una iniciativa que reuniría a unas 15 o 20 artistas, hoy es Violeteras: herencia rebelde, un álbum firmado por cincuenta creadoras de Chile y otros siete países de la región que verá la luz en las próximas semanas.

"La sensación de todas es que le debíamos algo así a Violeta", explica Concha, gestora y productora de un disco especialmente significativo en el cierre de los festejos por el centenario de la autora de Volver a los 17. No sólo porque fue concebido sólo por mujeres de distintas nacionalidades y disciplinas musicales, sino además porque a diferencia de otros tributos que han aparecido en los últimos meses, éste reúne sólo creaciones propias e inéditas de cada cantora, en vez de reversiones de los temas de la homenajeada.

La lista es diversa en generaciones y estilos, y la componen 23 solistas nacionales en cuyo canto está presente el legado de Parra. Entre ellas, Sol Domínguez (Sol y Medianoche), Andrea Andreu, Francesca Ancarola, la chilena afincada en España Cristina Narea, Fabiola González "la Chinganera", Natalia Contesse, Pati Díaz, Yasna Millaqueo, Daniela Conejero y la propia Cecilia Concha. A ellas se sumaron otras 26 voces extranjeras que enviaron o vinieron a grabar sus composiciones, como la brasileña Katya Teixeira, la uruguaya Erika Büsch, la venezolana Amaranta Pérez y la colombiana Martha Elena Hoyos.

Muchas de ellas estarán presentes en el lanzamiento en vivo del disco, programado para este 28 de noviembre en la Sala Master de Providencia, donde tal como en el registro de estudio convivirán guitarrón, poesía popular, piezas al piano, trova, rock e incluso payas, como en el caso de Cecilia Astorga, la primera mujer que subió a un escenario chileno para ejecutar esta disciplina, quien aportó al proyecto unas décimas de su creación sobre una antigua melodía que rescató.

"Creo que esto era lo que faltaba", dice Concha. "Si bien creo que todos los homenajes han sido hermosos, empecé a sentir que faltaba algo, quería que compusiéramos para Violeta. Porque para todas las cantautoras que conozco de todos estos años, ella es sin duda la figura central, la hermana mayor y queríamos hacer algo que quede, una expresión del cariño que todas le tenemos".

Por ahora, la idea es que en el lanzamiento se presenten las primeras copias del álbum. Un compilado de canto femenino latinoamericano que para su gestora no surgió desde una idea excluyente, sino de herencia y vínculo. "Somos muchas cantoras pero estamos muy invisibilizadas, como pasa con muchos grupos de esta sociedad. El ser mujer en este caso es un factor más de esa invisibilidad, y en ese camino nos hemos acompañado para apoyarnos y mostrar lo que estamos haciendo".