Quizás llegó sobre el final de la fiesta. Cuando se prendían las luces, los invitados principales partían, aparecía el sol y The Verve, la banda que comandó durante casi toda su vida, asestaba un éxito global recién en 1997, el sonado Bitter sweet symphony, minuto en que el brit pop ya consumía su dominio en la escena.
Quizás por eso mismo, desde 1999 Richard Ashcroft ha desarrollado una trayectoria solista sin mayores presiones, con plena libertad para no replicar patrones ni plagiarse a sí mismo, tal como lo exhibió en su debut en Chile, a fines del año pasado en el Teatro Caupolicán, cuando incluso sepultó cualquier rastro de su reconocido prontuario bohemio y trasnochado.
Una huella que se podrá observar nuevamente, a muy poco tiempo de esa primera vez: una productora local ya cerró un trato para el retorno del británico a la capital, acordado para la segunda quincena de abril de 2018. Las coordenadas definitivas se difundirán en los próximos días.
Música es poder
En esa cita, el cantante mostrará lo más granado de sus cinco álbumes a la fecha, con especial foco en These people (2016), su entrega más reciente, recibida en general con aplausos por parte de la crítica especializada y donde el artista mantiene su habilidad para las composiciones melódicas coloreadas por toques lisérgicos o arreglos propios de la mejor tradición de la isla. Su viaje hasta el sur del planeta también incluye paradas en otras plazas de la región, como en Argentina, donde ya fue anunciado su desembarco para el 17 de abril.
En sus últimas fechas en Europa, el cantautor ha desplegado una presentación que en promedio se estira hacia las 13 canciones, dando espacio para creaciones de la banda con que se hizo reconocido (Sonnet, Lucky man, The drugs don't work) y otras de su vida caminando en solitario (Out of my body, Science of silence, Break the night with colour y Music is power).
Además, su vuelta personal al país es parte de un contexto superior: en los primeros cuatro meses del año, la cartelera local se agitará como pocas veces antes, con nombres para todos los paladares y generaciones, como Rod Stewart, el Festival de Viña del Mar (Miguel Bosé, Luis Fonsi, Europe), Phil Collins, Queens of the Stone Age, Katy Perry, Primal Scream, Depeche Mode, el Lollapalooza local (Pearl Jam, Red Hot Chili Peppers, Lana del Rey, LCD Soundsystem, David Byrne, The Killers), Radiohead y Ozzy Osbourne, entre muchos otros.