En octubre del año pasado, Netflix publicó un estudio centrado en las series más maratoneadas de la plataforma -que la compañía definió como las series cuyas temporadas eran consumidas en menos de 24 horas desde su estreno-, incluyendo no sólo datos a nivel mundial, sino que también información de Chile.
Justamente en ese ranking nacional asomaba una sorpresa: entre medio de algunas producciones más reconocibles, como The Defenders, Gilmore girls o Stranger things, aparecía el animé The seven deadly sins , en el segundo lugar. En el ranking mundial también se hacía presente, en el cuarto lugar.
A pesar de ser una producción que contó con considerable menos marketing que las series provenientes del mundo anglosajón, la historia de animación japonesa logró captar el interés de suficiente público como para estar entre las más rápidamente consumidas de 2017 en la plataforma.
The seven deadly sins, una historia sobre una princesa de un reino ficticio que debe encontrar a siete caballeros legendarios para salvar su tierra, ni siquiera es una producción original de Netflix, sino que simplemente tiene los derechos de distribución. Pero, sobre todo desde el año pasado, la plataforma está apostando fuertemente por el contenido animé, respondiendo a la fidelidad del público de este género, incorporando no sólo series y películas originales, sino que también adquiriendo producciones difíciles de ver en la pantalla chica por estos lugares.
En julio, Netflix estrenó su primera serie completamente original animé, Castlevania, adaptación del videojuego del mismo nombre. La producción recibió elogios, aunque más de alguno habrá quedado con ganas de más: contaba sólo con cuatro capítulos. Eso sí, la serie ya está renovada para un segundo ciclo.
Sólo para comienzos de este año, Netflix fijó el estreno de cuatro animés originales más: la historia de horror sobrenatural Devilman crybaby, que se estrenó el 5 de enero; la serie de misterio B: The beginning el 2 de marzo; la producción de ciencia ficción A.I.C.O. Incarnation el 9 de marzo, y Sword Gai para el 23 de ese mes.
El miércoles además, la plataforma estrenó a nivel global (fuera de Japón) la película animé Godzilla: Planeta de monstruos, cinta que se centra en un futuro en donde el lagarto gigante y otros monstruos han dominado la Tierra por siglos, con una reducida humanidad planeando un último ataque para recuperar el planeta.
Rescatando clásicos
Si bien las producciones originales de animé de Netflix son aún limitadas, la plataforma se ha encargado de ampliar su catálogo de animación japonesa adquiriendo casi un centenar de producciones, varias de ellas modernas, pero también algunos títulos que serán reconocibles para el público más adulto.
Por ejemplo, Netflix cuenta con los 85 capítulos de Robotech, la serie japonesa original de 1982, sobre un grupo de pilotos de enormes máquinas de guerra que utilizan para repeler invasiones alienígenas. También se encuentra completa la elogiada serie de culto Full metal alchemist, cuatro temporadas de Naruto y también varios ciclos de Pokemon.
Entre las películas, se puede encontrar la influyente Akira (1988) y la primera cinta de Ghost in the shell (1995) -que el año pasado fue adaptada en una criticada película hollywoodense-. También hay películas de conocidas series, como Los caballeros del Zodíaco y Dragon ball Z, y cintas recientes como la aclamada Your name (2016).
Netflix no es la única plataforma en capitalizar el fanatismo por el animé. Prime Video de Amazon tiene también una sección dedicada al género, con 43 títulos entre series y películas, que incluye la popular serie Ataque de los titanes.