Dulce y Agraz: "Me gusta enfrentar a esas personas que piensan que no tengo un peso argumental para hablar de amor en mis letras"

Era cuestión de tiempo para Dulce y Agraz. La joven intérprete ha sabido refrescar la escena con una propuesta personal o "pop emocional", como ella define. A medio camino de concretar su debut discográfico, Daniela González nos muestra en exclusiva el videoclip de Ruido, segundo adelanto de su primer disco, además de repasar los aciertos y dificultades de su carrera musical.


Dulce y Agraz se muestra entusiasta, pero más bien concentrada. "Creo que es el single más potente. Es una canción a la cual le dimos muchas vueltas porque la grabé el verano pasado y ha ido mutando desde que nació. Surge en un contexto en el que estaba pegada con la música brasileña, pero como ahora estoy metida con lo digital y el synth pop –con baterías electrónicas y un cavaquihno, instrumento similar al ukeleke–, se traduce en algo como una samba digital. También explota mucho lo vocal, porque es una canción que se construye a base de voces", comenta la intérprete a Culto sobre su segundo sencillo, "Ruido", canción que formará parte de su álbum debut. El 'pop emocional' de la artista nacional también conformará la lista de lanzamientos para este 2018.

Y es que a sus 19 años resulta ejemplar la determinación de Daniela González para emprender con una concisa, pero eficiente carrera musical. Oriunda de Concepción, la cantautora ya registra un EP homónimo (2015) bajo la producción de Javier Barría, mismo trabajo que hasta el momento la ha llevado a girar por Perú y Ecuador. En tanto ahora, prepara esta primera placa discográfica a cargo de Juan Pablo Bello (Camila Moreno) y Cristián Dippel (Niño Cohete) en los Estudios Triana.

Pero la joven solista no tiene prisa en lanzar su trabajo, aunque lo pretende para agosto: "Cuido el proyecto en el sentido que no pongo nada que no me guste, y con lo que no me sienta identificada en el momento", infiere. "Tampoco me interesa que sea 100% comercial, que tenga puros singles. Me interesa que tenga alma y por lo mismo, todavía estoy decidiendo si será un disco conceptual –cercano al rollo de la inteligencia emocional– o si será un disco de 15 canciones –que perfectamente lo podría hacer con el material que tengo– y dividirlo en dos partes, con conceptos distintos", explica.

La metamorfosis

Sus primeros años transcurrieron entre Maipú y Concepción, lugares donde la responsable de "Me Reparto en Ti" se crió entre ensayos y tempranas composiciones en un piano. Con 14 años se transformó en la líder de No te Dispares en los Pies, proyecto que no proliferó. A los 15 formalizó su intención solista. "Yo ya había vivido toda esa etapa de tener una banda autogestionada, y hacer las cosas "por amor al arte" me aburrió. Dulce y Agraz empezó siendo un proyecto consolidado y pensado para vivir de él desde siempre, no me molesta que sea mi empresa", cuenta.

Con la demostración de su primer trabajo, bien se puede asemejar el perfil de Dulce y Agraz al formato de la cantautoría, con guitarra en mano y en su caso, con un piano. Sin embargo, su metamorfosis musical quedó a la vista cuando presentó en octubre presentó su primer single "Más", que demostró su interés experimental, arraigándose a los sonidos electrónicos de las baterías y sintetizadores –a cargo de ella–, con loops y arreglos vocales. Esto, sumado a una complejidad de elementos visuales y la expresión de otras manifestaciones, reflejados en sus recientes videos clips y que demuestra interés por los cuerpos pintados o la expresión corporal.

No resulta difícil asociar ciertos elementos con la línea de Bjork, Lana del Rey y en lo concreto, con Javiera Mena y Camila Moreno. Especialmente con esta última: "Me encanta que sea tan consecuente consigo misma. Conozco su trabajo súper de cerca porque el Juan Pablo es su sonidista y a través de él he logrado ver los intereses que tiene ella", cuenta la penquista.

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Esta predisposición musical también se conforma desde la ritmicidad que ha rebelado a Daniela en esta etapa: "Mi ritmo interno es muy lento, medio pasional, como "Más", e igual me gusta, siento que me da espacio para que la letra se escuche, también para hablar, es algo muy honesto", ilustra. Aún con estos elementos añadidos, en la actualidad sólo tres integrantes conforman la banda de Dulce y Agraz, que además de ella, suman a Luciano Soto en la guitarra, y a Ariel Concha desde la batería.

Las letras tampoco quedan ajena a esta mutación, lo que ha significado enfrentar el pudor de sus temáticas –fuertemente marcadas por sus vivencias– y el prejuicio. "Siento que se me juzga un poco. La gente cree que no me interesan los temas desde una perspectiva intelectual por hablar de una, y se le baja la importancia. Si yo hablo de estar enamorada todo el tiempo, la gente toma una percepción de mí que soy un poco hueca", se confiesa la cantautora.

–¿Eso te afecta?

–Sí, un poco. O sea, me afecta pero igual me los doy vuelta al toque y me gusta hacerlo. Me gusta enfrentar a esas personas que piensan que no tengo un peso argumental para hablar de amor en mis letras.

La emigración

Daniela lleva casi dos meses viviendo en Santiago. Llegó justo en medio de la publicación de su testimonio y denuncia por maltrato y abuso en una anterior relación. Esta causa no sólo ha sustentado un intenso proceso personal y creativo en evidencia, sino la adhesión e interés hacia los temas de género. "Por experiencias personales me he sentido muy denigrada como mujer. Vengo del Centro de la Mujer por una denuncia que debo hacer y tengo rabia porque siento que las leyes son súper indolentes con nosotras, conmigo, con lo que me pasó. Últimamente siento que tengo tolerancia 0 con ese tipo de desconocimiento de nuestras preocupaciones y lo que tenemos que vivir", afirma.

Finalmente emigró de Concepción porque reclama la falta de posibilidades para desempeñarse en otras áreas artísticas. "De hecho, ahora que me fui y volví me dio mucha pena irme, pero lamentablemente el ritmo cultural es súper lento", expresa la joven sureña. De la misma manera, niega que ser penquista signifique un valor agregado: "Yo creo que la gente le da el plus, pero yo no se lo doy. Eso de la 'cuna del rock' no es así, en verdad Conce no tiene más posibilidades".

"Concepción tiene ese discurso de 'no, si aquí valoramos la música, pero igual si tocas te pago 100 lucas'. Eso pasa en los bares y en los lugares donde supuestamente tenemos espacios. Allá se jactan mucho de darte una vitrina y un espacio cultural para que toques pero igual no te pagan", ejemplifica la intérprete, que igualmente se alista para participar del festival REC, entre el 3 y 4 de marzo en el Parque Bicentenario de la misma ciudad.

–¿Te sientes responsable a nivel generacional respecto a la escena?

–No sé si me sentía responsable, de hecho acabas de entregarme esa responsabilidad. Es que siento que nos interesa hacer cosas a esta edad, somos buenos en eso, pero siento que las personas en general no toman en serio a los más chicos. Es difícil tomar en serio, por ejemplo, a una ilustradora de 17 años (…) Siento que la música es un camino tan ambiguo, y recién ahora sé de lo que se trata, porque antes quería ser músico pero no sabía qué significaba.

–¿Y ahora lo sabes?

Un poco. En mi cabeza tengo un esquema de lo que tengo que hacer, porque es complicado. Por ejemplo, ya, soy músico y qué hago. ¿Grabo un disco? ¿hago una tocata al mes? Nadie sabe muy bien lo que significa.

https://www.youtube.com/watch?v=54z_n_E_DXk

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