En marzo próximo, el actor Mark Salling iba a recibir su sentencia en el caso de posesión de pornografía infantil, escándalo por el que hizo noticia en los últimos años.

Pero luego de su muerte este martes, presuntamente por suicidio, todo quedó inconcluso.

En octubre de 2017, el actor de la popular serie Glee llegó a un acuerdo de culpabilidad con la justicia, después de arriesgar hasta 20 años de cárcel por este delito. Con ese arreglo, el artista podía pasar de 4 a 7 años en prisión; quedaría fichado como "delincuente sexual", ingresaría a un programa de tratamiento y no podría tener contacto verbal o electrónico con ninguna persona menor de 18 años, entre otras obligaciones. Pero además, se estableció que el actor pagaría US$ 50.000 en compensación a cada víctima.

Es justamente este último punto el que no logró concretarse. Según explica el portal TMZ, para imponer esa penalización, el juez debía sentenciar al acusado, una instancia que estaba programada para marzo. Como el acuerdo no se completó, el juez perdió el poder de ordenar el pago a las víctimas.

Pero a pesar de esto, hay una salida legal para recibir esta indemnización: que los afectados presenten una demanda para recibir el dinero de la herencia de Salling, por los daños que sufrieron.

El artista de 35 años se había declarado culpable en este caso, luego que en 2015 se le incautaran un computador portátil, un disco duro y una memoria portátil con pornografía infantil. El actor fue puesto en libertad después de pagar su fianza, pero en junio de 2016 la estrella se entregó a las autoridades federales. Según los informes judiciales, el contenido encontrado mostraba a niños de incluso tres años de edad siendo abusados.

Según informó el portal TMZ, el actor se habría ahorcado en un árbol cercano al lecho de un río, en los alrededores del lugar donde vivía en Los Angeles, Estados Unidos.

En octubre pasado, reveló el mismo sitio, Salling se había cortado las muñecas en lo que parecía un intento de suicidio, un mes y medio antes de llegar al acuerdo de culpabilidad. Tras recuperarse, el actor habría ingresado a un centro de rehabilitación por problemas psicológicos. Pero el abogado del artista aseguró que la historia no era cierta.