Este es 15:17 Tren a París, el nuevo largometraje de Clint Eastwood. Es su quinta cinta consecutiva basada en personas y hechos reales. Es también una película cercana en temática y sentimiento a su lamentable Francotirador (2015), en la que se exaltaba ese amor por la patria, las armas y dios que tanto gusta en ciertas partes de Estados Unidos.
En agosto del año 2015 un grupo de tres amigos norteamericanos - Spencer Stone de la fuerza aérea, Alek Skarlatos de la Guardia Civil y Anthony Sadler (que es civil),interpretándose a sí mismos - abordaron un tren de Amsterdam a París. En medio del viaje ocurrió un ataque, donde un joven de 25 años natural de Marruecos disparó a los pasajeros, pero fue neutralizado en una rápida acción por estos 3 héroes.
La película anterior de Eastwood, Sully, también hablaba de un acto de heroísmo. En Sully, el capitán de un avión debía aterrizar en el río Hudson para evitar una tragedia. Pero en esta historia revisábamos lo que ocurría después del hecho, cuando Sully pasaba a ser un paria, siendo atacado por la prensa y sus pares. En 15:17 tren a París también estamos frente a un acto de heroísmo que solo dura un par de minutos, pero, a diferencia de Sully, a posterior no hay nada más que relatar.
Por eso Eastwood, basándose en el libro escrito por Stone, Skarlatos y Sadler, nos cuenta cómo estos jóvenes se conocieron, sus problemas en el colegio, su amor por las armas y la guerra, además de una larguísima y poco trascendente secuencia del viaje por Europa de los amigos.
Es difícil conciliar la idea de que el mismo director detrás de obra maduras, revisionistas y finas como Los imperdonables, Bird o Honky Tonk Man entregue una cinta tan netamente propagandística y de mirada tan estrecha como esta. ¿Cuál es la tesis que nos presenta? ¿Qué una educación cristiana y severa hace mejores hombres? ¿Qué el amor por las armas desde corta edad nos hace estar siempre listos para lo peor? ¿Qué es bueno sospechar de alguien distinto a uno?
En un mundo socialmente fracturado, Clint Eastwood nos presenta un canto que parece salido de las bases del Partido Republicano, en donde se alaba el vigilantismo a nivel mundial, el racismo, las armas y el cristianismo como base para una sociedad mejor. Es cierto que todo director madura, cambia y evoluciona, pero en el caso de Eastwood todo parece indicar que su mirada más bien involucionó hasta principios del siglo pasado.