En la notaría de San Antonio nadie lo reconoció. Esa tarde llegó en silla de ruedas, con anteojos y un gorro. "Venía de incognito, entre comillas. De hecho, cuando lo miré al principio no era posible reconocerlo. Después lo miré bien y me di cuenta", recuerda el abogado Mauricio Moya, uno de los cuatro firmantes del testamento que Nicanor Parra oficializó el pasado 4 de septiembre. "No recuerdo quién lo llevó, pero sé que era un hijo, bajo y medio crespo", detalla.

-¿Él tenía lucidez a los 103 años?

-Sí, él estaba bien, muy lúcido. De hecho la notaria (Ximena Ricci) preguntó a los testigos cómo estaba su situación. Estaba muy bien ubicado en tiempo y espacio, y muy claro en lo que quería además. Se acompañó, para validar el testamento, de dos certificados que respaldaban su estado de salud.

-¿Por qué hizo este testamento?

-Surge a partir de la voluntad de él y comienza hace 3 o 4 años, porque estaba muy interesado en su legado. Además hubo un tema que ha tenido bastante publicidad, sobre los bienes que fueron sustraídos o llevados. Toda esa situación le produjo mucha preocupación, sobre todo considerando que una sala de exposición tiene su nombre en la Universidad Diego Portales y hay cosas que están en la Universidad de Chile también. Estaba muy pendiente de que se recuperaran cartas de él y su hermana que estaban perdidas. Optó por dedicarse a esto último con Colombina y su nieto Tololo, que son los más cercanos.

-¿Tiene alguna estimación de la valorización de los bienes?

-No. Sé que tiene cuatro propiedades, pero básicamente su mayor patrimonio es el legado. Es un valor estimativo.

-¿Qué buscaba él con este legado?

-Por su preocupación, se planteó hacer el testamento en estas condiciones: parte de sus casas serán destinadas a museos y además se cuidará de su legado. Con los años, no tenía a la mano todas las cosas que poseía

-¿Eso se lo encomienda a la hija menor?

-Sí. Ella me lo plantea a mí. Yo, cumpliendo con todas las facultades legales, hablé con la notaría de San Antonio y estuvimos en presencia de testigos: uno de ellos soy yo, hay una asistente de la notaria y otra persona cercana a él. Don Nicanor estaba bastante bien. Se leyó el testamento. El estaba de acuerdo con todo. Firma y se autoriza

-¿Del 100% de sus bienes, Colombina queda con el 25% de cuarta de mejoras y otro 25% por cuarta de libre disposición?

-Así es.

-Es decir, la mitad de los bienes estarán en manos de ella...

-Sí, y en la otra mitad están todos los otros herederos, que son los seis hijos que él tuvo. Un sexto para cada uno.

-¿Sería el 50% más un sexto para Colombina?

-Sí.

-¿Cuánto es eso en total?

-Ella es dueña aproximadamente del 58,33% de la herencia total. Más de la mitad.

-¿Pudo haber argumentado Nicanor Parra la razón por la que dejó de heredera principal a su hija menor?

-No, porque la ley no te lo pide. Y perfectamente se puede hacer un testamento en el que tu cuarta de libre disposición y tu cuarta de mejora vaya a personas específicas. La única condición en el caso de la llamada cuarta de mejoras es que sean herederos. En el caso de la llamada cuarta de libre disposición, se puede dejar a quien uno quiera: fundación "Hermanitas de la Caridad", por ejemplo.

-¿En términos simples?

-La cuarta de mejoras es sólo para los parientes y la cuarta de libre disposición para quién el testador quiera.