Morat: la banda colombiana que le hace frente al reggaetón
El grupo, de paso por el país y de paulatino ascenso en el circuito latino, habla de su presente y de su apuesta.
El debut a gran escala del grupo colombiano Morat en el país finalmente nunca sucedió. Anunciados como uno de los números del festival Frontera que se realizaría el pasado 26 de noviembre en el Hipódromo Chile, el evento se canceló poco antes del pitazo inicial, lo que dejó a los colombianos con las maletas hechas y con el plan de conquista de Santiago en suspenso. Aunque a medias.
Aprovechando el viaje hasta el sur, el cuarteto pudo levantar un show 24 horas antes del abortado espectáculo, el día 25 en el centro cultural GAM, donde recibieron Disco de Oro por su debut, Sobre el amor y sus efectos secundarios (2016), y observaron de frente su paulatino fanatismo local. "Creo que de las cosas bonitas que nos ha tocado es llegar a países como Chile, donde no esperábamos pasar tan luego", dice el bajista Simón Vargas. Y como si se tratara de una pequeña revancha por ese traspié de 2017, el conjunto ha vuelto en lo inmediato a cerrar varias fechas en el país, empezando una mini gira el pasado domingo 11 en Pucón, para seguir esta noche en el Casino Enjoy Viña del Mar y mañana en Enjoy Santiago-Los Andes. Y hoy a las 10.00 horas serán los invitados del espacio TerceraVoz que se emite por las plataformas digitales de La Tercera.
En ese itinerario, lo más probable es que la apuesta de Morat sea evidente: ofrecer una alternativa a la hegemonía casi sin contrapesos del género urbano en la escena latina, a través de un patrón musical que sigue la lógica del estallido, con guitarras, pianos y banjos que adornan canciones de amor, para luego reventar en estribillos vociferados a cuatro voces, como proclamas de guerra lanzadas por veinteañeros.
"En este momento lo que pega es el reggaetón, eso no es un misterio. Está bien, nos encanta, pero hay música para distintos momentos. La gente se puede cansar de lo urbano y girará la cabeza para ver qué más hay, nosotros estamos haciendo fuerza en eso. Y creo que funciona, al público la está gustando lo que no es reggaetón. Nos llega mucho la gente que no sólo está escuchando música urbana", cuenta Vargas, en una fórmula que ya ha recibido el abrazo de ilustres como Juanes o Paulina Rubio.
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