La compañía creada por Harvey Weistein y su hermano, Bob, The Weinstein Company, anunció que se declarará en bancarrota.

Desde que se destaparon los más de 20 casos de abuso, acoso sexual y violación en contra del productor de Hollywood, la compañía decidió despedirlo de su cargo y sacarlo de la mesa directiva. Más tarde, pusieron en marcha un plan para vender la productora, lo que implicaría el cambio de nombre de la empresa y hacer renovación completa de sus políticas laborales.

El grupo de inversionistas encabezado por María Contreras-Sweet, ex funcionaria del gobierno de Barack Obama, estaba listo para adquirir la compañía por alrededor de 500 millones de dólares.

Sin embargo, el pasado 11 de febrero, el estado de Nueva York demandó a The Weinstein Company por no proteger a sus empleados contra comportamientos abusivos en el espacio laboral. Los fiscales tomaron la decisión con el objetivo de que cualquier movimiento que tenga la empresa pueda asegurar indemnización a las víctimas.

La junta directiva de la compañía publicó un comunicado en Los Angeles Times, donde señalan que reconocen "que este es un resultado extremadamente desafortunado para nuestros empleados, nuestros acreedores y cualquier víctima, la junta directiva no tiene más remedio que buscar la única opción viable para maximizar el valor restante de la compañía: un proceso de bancarrota".

Por el momento, Harvey Weinstein trabaja junto a sus abogados en la defensa de las demandas por agresiones sexuales presentadas en su contra.