Caminaron por la alfombra roja hace dos años. No los conocía nadie en Hollywood, pero su cortometraje Historia de un oso estaba nominado al Oscar. De todos modos, el director Gabriel Osorio y el productor Patricio Escala no se hacían muchas ilusiones: "Competíamos contra un corto de Pixar, que es un gigante de la animación. Estar ahí para nosotros ya era un premio", recuerda Osorio. Finalmente, terminaron esa noche con Oscar en mano -el primero para el cine chileno- y conversando con estrellas como George Miller y Morgan Freeman.
Miembros de la Academia desde 2017, votaron por Una mujer fantástica para el Oscar y siguieron la premiación del domingo con los dedos cruzados. "Cuando salió su nombre, celebramos, felices; estamos muy contentos", dice Osorio, director de la productora Punkrobot y docente de animación digital en la U. de las Américas.
"Sentimos que es un nuevo reconocimiento a Chile y al cine chileno. No solo es una película de calidad, sino que también pone sobre la mesa un mensaje que es muy importante. Y por supuesto felicitamos a todo el equipo realizador", agrega.
- Se ha recibido como el Oscar de la diversidad, ¿lo considera así también?
- Es un reconocimiento a la diversidad y a la integración. Chile es un país que necesita cambiar: por años ha sido discriminador en muchos sentidos. Y esta película nos lleva a mirarnos en el espejo y ver que no estamos bien. El cine y el arte en general tienen esta capacidad de provocar cambios.
- Las dos películas chilenas premiadas por el Oscar -Historia de un oso y Una mujer fantástica- tocan temas dolorosos...
- Es lo más importante; más allá de la estatuilla y los contactos que se pueden hacer, lo increíble es que el mensaje de tu película puede llegar a mucha más gente.
- Para algunos, el deber del cine es la entretención
- Son opiniones. Desde nuestro punto de vista, desde la dirección y creación de historias, la función del cine, más allá de entretener, es proponer un mensaje. Para algunos directores el cine debe ser solo entretención, y está bien, es válido, pero a nosotros nos interesan las películas que, en el fondo, al salir de la sala nos dejan pensando en su historia.
- ¿Qué efectos puede tener el Oscar para el cine chileno?
- El nombre de Chile como país de cine crece, la imagen del cine chileno va creciendo, cada vez está más consolidado. Y eso es súper importante para atraer inversionistas extranjeros que se interesen en nuevos proyectos.
- ¿Cómo fue para ustedes?
- Para nosotros y me atrevería a decir para toda la industria de la animación chilena, hay un antes y un después del Oscar. Un premio como este genera confianza en el trabajo que se hace y abre nuevas oportunidades. Para nosotros fue un cambio enorme.
- Lo mismo podría pasar con Fábula y Sebastián Lelio
- La productora Fábula hace tiempo viene trabajando con coproductores internacionales. El año pasado hicieron Jackie; desde ese punto de vista la confianza ya la tienen, pero seguramente esto les dará más oportunidades, igual que a Sebastián.
- ¿El Oscar es un síntoma de la madurez de nuestro cine?
- El cine chileno cada vez me sorprende más, cada vez se hacen mejores películas, con historias diversas y habitualmente con presupuesto pequeño. Esa es una de las lecciones que nos deja el Oscar nuestro y el de Una mujer fantástica: tenemos el talento, las ideas, lo único que nos diferencia son los recursos.