El futuro de la compañía de Harvey Weinstein sigue siendo incierto.
En un principio, semanas después de que estallaran los casos de acoso y abuso sexual del productor, The Weinstein Company se puso en el mercado y media docena de grupos inversores estaban interesados.
Entre ellos destacaba aquel que lideraba María Contreras-Sweet, una ex colaboradora del gobierno de Barack Obama. El grupo ofreció 500 millones de dólares por la empresa, además de realizar una re formulación completa, tanto del nombre como del funcionamiento, para hacer del lugar un espacio amigable para las mujeres.
Sin embargo, esto se complicó luego de que el estado de Nueva York pusiera una demanda en contra de la compañía por no cumplir con las normas laborales, al poner en riesgo de abusos a sus trabajadores. Después de este hecho, la compañía anunció que se declararía en bancarrota.
A pesar de la demanda, el grupo inversor decidió completar la transacción e incluir el pago de la demanda y futuras indemnizaciones a las víctimas de Weinstein.
Pero la historia dio un nuevo giro hoy. María Contreras-Sweet publicó una declaración en donde anuncia que el grupo ya no completará la compra de The Weinstein Company. "Recibimos información decepcionante acerca de la viabilidad de completar esta transacción y como resultado, hemos decidido terminarla", señaló.
"Creo que nuestra visión de crear un estudio dirigido por mujeres todavía es el curso correcto a seguir. Con ese propósito, estamos considerando adquirir los bienes que puedan estar disponibles en el caso de que procedan con la bancarrota, así como otras oportunidades en la industria del entretenimiento", agregó.