"La máxima conquista de hoy fue abrazar y besar a Meryl Streep", decía ayer por la mañana Francisco Reyes en un contacto en directo con el programa Muy Buenos Días de TVN. Eran alrededor de las 3 de la madrugada en Los Angeles y el actor venía de regreso de lo único que estaba permitido hacer antenoche: celebrar el Oscar a Mejor Película Extranjera por Una mujer fantástica. "Es un monicaco de cuatro kilos de bronce enchapado en oro y ha andado de mano en mano entre todos los del grupo que anda por aquí", agregaba riendo sobre la estatuilla, la segunda para Chile luego de recibir en 2016 el premio Mejor cortometraje animado por Historia de un oso.
Horas antes de la premiación, ya en la alfombra roja instalada fuera del Teatro Dolby, la actriz transgénero Daniela Vega, acompañada del director del filme Sebastián Lelio, se refería a su papel esa noche como presentadora de uno de los premios de la ceremonia. "(Ser la primera mujer trans en un escenario del Oscar) es muy importante no solo para mí, sino para mucha gente que ha puesto su vida en generar un camino", declaraba. "Estoy viviendo un espacio que se me ha otorgado en el que muchos han podido participar en el pasado, y no quisiera dejar de pensar en esas personas que tal vez ya no están aquí y han ayudado a que este camino sea un poco menos pedregoso".
La actriz daba comienzo así a una noche histórica: luego de recibir exactamente a las 23.15 horas la estatuilla junto a Lelio, Reyes y los productores Juan de Dios y Pablo Larraín, subió sola al escenario para presentar al compositor Sufjan Stevens, nominado a Mejor canción original por la película Llámame por tu nombre. "Quiero invitarlos a todos a abrir su corazón y sus sentimientos para sentir la realidad, para sentir el amor. ¿Pueden sentirlo?", fueron sus primeras palabras, antes de dar paso al show.
Tras las celebraciones, el equipo y Daniela Vega llegarán hoy al país. Una de sus primeras actividades será reunirse a las 21.15 horas con la Presidenta Michelle Bachelet en La Moneda, quien se refirió al filme como "una historia de respeto por la diversidad que nos hace bien como país".
No será lo único que tenga lugar este martes: el alcalde de Ñuñoa Andrés Zarhi propondrá en una sesión especial del concejo declarar hija ilustre a la actriz, quien fue alumna del liceo Benjamín Claro Veloso de la comuna. "Nos complacería trabajar con ella para hacer una comuna más diversa", dijo el edil.
Las semanas venideras, en tanto, Vega las dedicará a terminar el rodaje de Un domingo de julio en Santiago, filme de los hermanos Gopal y Visnú Ibarra, que constituye su tercera participación en el cine, y su primera vez interpretando a un personaje no transgénero.
Mientras, la actriz no deja de dar su apoyo para que el Congreso apruebe la Ley de Identidad de Género. "Salgo de Chile a representar a mi país con un nombre masculino en mi pasaporte y eso me trae problemas todos los días", decía hace poco. "Soy una persona trans con siete portadas en un año; con películas que hablan del tema y he podido compartir mi historia con los chilenos, ¡y no me han matado!".