Lollapalooza: Los Jaivas no necesitan pasaporte en Machu Picchu

Ver a una banda con más de cincuenta años de bagaje como Los Jaivas siempre va a ser una experiencia. Que aquella banda, además, presente de manera íntegra el disco más importante de su discografía le agrega el carácter de obligación.

Los Jaivas regresaban al evento tras dejar maravillado a Perry Farrell el 2012. El mismo año realizaron una histórica presentación en el evento original de Chicago por petición explícita del músico y creador de la franquicia.

Tructuras al viento y el piano siempre listo de Claudio Parra. "Del aire al aire" y el disco comienza a correr.

De vuelta a las "Alturas de Machu Picchu". Pedirles el pasaporte sería una profunda señal de irrespeto.

"La Poderosa muerte" y "Amor americano" funcionan como aliadas perfectas e inseparables.

Si Alquinta, los hermanos Parra y Mutis no hubieran decidido enfrentarse a la responsabilidad de musicalizar estos textos de Neruda, de seguro muchos aún pensaríamos en callar para estar como ausentes.

Aunque el tiempo y sus circunstancias jamás permitieron que todos sus integrantes originales recrearan en retrospectiva el trabajo, Los Jaivas ya dejaron de ser una banda.

Pasen quienes pasen por sus filas, ellos se transformaron en una institución viviente de nuestro cancionero.

30 minutos de show ininterrumpido y una llamada familiar desvía el foco de atención.

El hit-hat de Juanita se funde con las teclas incesantes del piano de Claudio hacen elevarse todos los teléfonos en dirección al escenario.

"Sube a nacer conmigo hermano". La vida casi siempre se explica sola.

Suena la voz de poeta y la banda se funde en una cabalística reverencia. Aún quedan 20 minutos disponibles.

Se levanta la aguja del disco, se emprende la retirada desde las cumbres. La otra parte del show la escribimos todos juntos.