12:30 PM y el calor es infernal. Es el show que abre la segunda jornada del festival por lo que el aforo no llega ni a un cuarto de lo que espera el Parque O'Higgins, pero aún así está lleno.

Lo siguiente pasa de golpe en solo unos segundos. Salen los 10 músicos a escena y hay un silencio. "¡El que no salta no le gusta la cumbia!", grita saltando el vocalista. Acto seguido, chispas y fuego salen del escenario y la gente, en su euforia, sabe que comenzó la fiesta popular.

Pero lejos de ser solo popular, el público que corea es una postal de lo que se ha convertido el festival con el paso de los años. De todas clases sociales, abuelos, jóvenes y hasta guaguas bailan al ritmo de Santaferia, y es justamente lo que ellos querían lograr.

Su último disco En el ojo del huracán, apuntaba a su transversalidad con sonidos que iban desde la cumbia tradicional, sonidos afro brasileños, cubanos y hasta jazz y electrónica. Pero más allá de los estilos, Santaferia clásico es quien destapa la verdadera identidad de todo chileno. No hubo una sola persona que no gozara con "Sakate 1", a pesar del calor en el Itaú Stage.

La fuerza de Santaferia ha marcado más de un hito en la historia de su carrera. Hace dos años fue el primer grupo de cumbia en llenar el Movistar Arena en la celebración de sus diez años y luego llenó el Teatro Nescafé, con un público que aceptó verlos sentados en una versión que fue defendida solo con talento musical sin apelar la fiesta con bailongo. Y no hay que olvidar que estamos hablando de un grupo de cumbia.

Santaferia aprovecha su amplia recepción en Lollapalooza para mostrar un poco más de sus últimos trabajos, que además, tienen una connotación social muy potente. Al escenario se sube el rapero Portavoz para cantar "Voluntad Heredada" y luego, suben Los Werkenes del Amor para interpretar un cover de "Porque soy moreno". Dan un mensaje a favor de la libertad del pueblo mapuche. Todos aplauden, en esta fiesta todos, aunque parezca increíble, están de acuerdo.

La celebración sigue y el baile también. Como homenaje constante a la música urbana que este año lidera Lollapalooza, la calidad musical del grupo no decae y la gente sigue llegando. Con o sin polera de Red Hot Chili Peppers, con o sin mayoría de edad. Con o sin pasión por el género y de cualquier sector social. Porque la cumbia, esta vez, ya no distingue clases.