La coincidencia es casi cósmica: el 6 de marzo de 1968, Perdidos en el espacio emitió su último capítulo en la televisión norteamericana antes de su sorpresiva cancelación, que hasta el día de hoy no tiene una explicación oficial. Poco después de que se cumplieran 50 años de ese hito, la serie regresará a la pantalla, el 13 de abril.
Obviamente no es la misma producción: se trata de un reboot de la serie de los 60 que llega de la mano de Netflix. La historia, a rasgos generales, es la misma: una familia de colonos espaciales, los Robinson, sufre un accidente camino al sistema Alfa Centauro, estrellan su nave en un planeta desconocido y deben aprender a lidiar con un ambiente hostil y entre ellos mismos.
"La serie sigue siendo sobre esta familia que se encuentra lo más lejos posible de su zona de confort, y que viven esta ironía de estar en el espacio pero al mismo tiempo confinados a una realidad algo doméstica, varados en un planeta", explica Toby Stephens (Black sails), quien interpreta al patriarca de la familia, John Robinson. "Está conectada a los elementos básicos de la serie original, pero imaginados de nuevo y para una audiencia moderna", complementa Molly Parker (House of cards), quien interpreta a su esposa, Maureen. O mejor dicho, ex esposa, ya que uno de los giros que trae la nueva versión de Perdidos en el espacio es que los patriarcas del clan Robinson están separados cuando comienza la serie y sólo comparten la nave por la necesidad de acompañar a sus tres hijos hacia un mundo mejor. "Lo interesante es que es una serie sobre los problemas de muchas familias modernas. Y para esta pareja, incluso estando varados en el espacio, su mayor problema sigue siendo hacer que su relación funcione", asegura Stephens.
Los protagonistas hablan con Culto en medio del masivo set de la serie en Vancouver, Canadá. Si la Perdidos en el espacio original era una de las series más caras de la época -rumores apuntan a que su cancelación pasó por su elevado presupuesto, incluso para su alta audiencia-, la versión 2018 probablemente también ostente ese título: la trama viene cargada de efectos especiales y elaborados sets para recrear el desconocido mundo en el que termina esta familia. "El planeta en el que aterrizan los Robinson es parte de un sistema con cualidades muy parecidas a las de la Tierra, entonces encuentran una serie de cosas que parecen en un principio familiares pero terminan siendo una amenaza", dice Parker.
La relación entre los líderes de la familia no es el único cambio que trae la producción en el siglo XXI. El robot, quizás la parte más reconocible de la serie original, tiene un aspecto mucho más amenazante y más poderes que su contraparte sesentera. Pero su función sigue siendo la misma: proteger a Will Robinson, el más pequeño del clan. "John es un padre que tiene una relación poco fluida con su hijo, porque no ha estado muy presente. Es militar, le tocaba estar mucho fuera de casa, entonces no se entienden muy bien. Pero entonces llega este robot que es muy protector con Will y tiene esta relación paternal con él que John debería tener", dice Stephens, agregando, "además lo pone nervioso tener una cosa tan poderosa cerca de su hijo, que además, de cierta manera, amenaza su lugar como patriarca en esta familia".
Probablemente la diferencia más significativa esté en el personaje del Dr. Smith, el antagonista de la producción original e inmortalizado por Jonathan Harris, que esta vez es una mujer, encarnada por Parker Posey. "Este es un personaje que adoraba cuando tenía cinco o seis años. La interpretación de Jonathan Harris me fascinaba", cuenta la actriz. "Ella es una villana ambigua. Es una forastera en la familia y una catalizadora de cambios, dramas y problemas. Siento que es una embaucadora", agrega.
En la serie original, Smith aportaba una cuota de comedia a la historia, siendo un villano algo incompetente, pero el personaje de Posey sigue un camino más serio, dentro de lo que su actriz pudo mantener. "Traté de interpretarla lo más aterrizada posible, pero no puedo evitar ser graciosa", cuenta entre risas. "A veces me tenían que llamar la atención", agrega.
A diferencia de otras versiones modernas de clásicos televisivos y del cine, la nueva Perdidos en el espacio no tiene un giro hacia lo oscuro. "Sigue siendo una serie que toda la familia puede ver", declara Parker. Algunas cosas cambian en medio siglo. Pero no tantas.