"Cuando la gente me pide un autógrafo, generalmente pido un lápiz para luego apuñalarlos". La frase salió de boca de Thom Yorke, consultado años atrás por su vínculo con los fanáticos de Radiohead. Pero fiel a su estilo impredecible, ayer el vocalista -junto a los otros cuatro integrantes- se dio el tiempo de compartir e incluso firmar algunos discos a cerca de 50 seguidores locales que desde la mañana los esperaban en la entrada del hotel Singular.

El encuentro ocurrió a las 16.00 horas, cuando los intérpretes de Karma police dejaron el exclusivo recinto -antes el guitarrista Jonny Greenwood fue a comprar a una tienda de ropa del barrio Lastarria -y partieron hacia el Estadio Nacional, donde realizaron el ensayo general para su recital de esta noche. Una puesta a punto necesaria para los británicos, cuyo último recital como quinteto data de julio del año pasado, en Tel-Aviv.

Por lo mismo, estuvieron más de dos horas probando sonido en el recinto de Ñuñoa e interpretando algunos de sus mayores clásicos, como The bends y Paranoid android, piezas habituales durante toda la primera parte de su actual gira, que combina hits de todos sus discos con cinco o seis temas de su último LP, A moon shaped pool (2016).

El concierto de los ingleses, con el que comienzan un nuevo recorrido por Sudamérica y Estados Unidos, parte a las 21.00 horas. Antes estarán los chilenos Föllakzoid (17.30), Junun a las 18.30 -proyecto en el que participa Greenwood- y Flying Lotus a las 19.30.