El presente y futuro de The Walking Dead en la voz de una de sus estrellas
Steven Ogg, Simon en la serie, conversó con Culto del final de la octava temporada, que Fox emite esta noche. Además, proyecta lo que viene, habla de las muertes en la trama y se refiere a las críticas que ésta ha enfrentado.
El año pasado, un usuario de Reddit se propuso un ejercicio de interesante resultado pero tediosa elaboración. Luego de pasar varios días analizando al detalle todos los capítulos emitidos hasta entonces por Game of thrones y The walking dead, logró responder una pregunta que rondaba en las cabezas de muchos de los seguidores de dos de las producciones televisivas más populares de los últimos años: ¿En cuál serie han muerto más personas? Y aunque la exitosa ficción de HBO ganaba si al considerar sólo a personajes protagónicos, la tasa de mortalidad de la serie de zombies es insuperable en el conteo total: 1216 muertos hasta ese momento (versus 704 de Game of thrones), antes del estreno de su octava temporada.
Desde su estreno en 2010, The walking dead ha llevado al extremo aquella idea algo cliché del "aquí nadie está a salvo". Bien lo saben los más de cuarenta actores protagónicos y secundarios que han salido de la trama en estos ocho años -en ocasiones de manera abrupta y otras más anunciadas-, entre ellos Steven Ogg, quien en la ficción encarna a Simon, uno de los favoritos del público durante la presente temporada y la última víctima de Scott Gimple, el hasta hace poco mandamás ("showrunner") de la serie.
"En un momento del año pasado recibí la infame "Gimple call" ["llamada de Gimple"], como la llamamos en el elenco. Creo que fue poco antes del evento de estreno del episodio 100 de la serie. Estaba en Los Angeles y pensé 'demonios, voy a tener que ir a festejar los 100 capítulos pero ya sé qué va a pasar con Simon'. Y después de un par de semanas recibí el guión donde venía el detalle de su desenlace ", cuenta el actor, cuyo personaje fue asesinado durante el penúltimo episodio de la octava temporada, emitido la semana pasada.
La muerte de Simon a manos del tiránico Negan (Jeffrey Dean Morgan), de quien fue su temible lacayo y mano derecha, allanó el camino para el capítulo final del octavo ciclo de The walking dead, que se emitirá esta noche por el canal Fox (ayer se estrenó por Fox Premium). Un episodio que podría mostrar la esperada batalla final entre el mencionado Negan, líder del grupo Los Salvadores, y Rick Grimes (Andrew Lincoln), protagonista de la historia y cabecilla de otro clan de sobrevivientes del apocalispsis zombie, Alexandria.
"Obviamente, la clave de este final estará en la confrontación entre Negan y Rick, porque para bien o para mal habrá algo de cierre en ese tema. Hay un desenlace que debería involucrar decisiones radicales: quién está con quién y qué está dispuesto a hacer cada personaje", comenta Ogg, sin querer adelantar muchos detalles de la resolución de una temporada que ha dividido a la crítica especializada, además de experimentar una drástica caída en su sintonía, según los datos recopilados entre la audiencia estadounidense.
"Nunca me han importado mucho las críticas, no me afectan demasiado en lo laboral. Creo que todos tienen derecho a dar su opinión sobre determinada decisión de los productores, pero me gusta la idea que cada uno pueda interpretarlas como quiera y pueda expresarlo", dice el actor sobre los comentarios de la prensa y parte del público hacia este octavo ciclo, a propósito de ciertas decisiones en la historia que se arrastran de temporadas anteriores, y que muchos han visto como un innecesario alargue de la que alguna vez fue la serie más vista en la historia del cable estadounidense (en Chile también ha liderado el ránking de lo más visto de la TV de pago).
El post Apocalipsis
Ogg, de 44 años y nacionalidad canadiense, ha tenido una trayectoria singular. Tras conseguir pequeños papales en televisión a comienzos de la década pasada, estuvo diez años retirado de la actuación. Pero tal como ocurre con los "caminantes" de The walking dead, de un momento a otro logró revivir una carrera que estaba muerta, y de manera poco ortodoxa: en 2013 encarnó a Trevor Phillips en Grand Theft Auto V, uno de los videojuegos más exitosos de la historia, y desde entonces ha sido contratado en diversas series, como Beter call Saul y Westworld.
"Ambos son impredecibles", dice sobre las similitudes entre su rol en el icónico videojuego y el que encarnó en The walking dead. "Nunca sabes con qué van a salir y ambos tienen un sentido muy negro del humor, además de ser muy agraciados", agrega con una risotada.
Si bien dice que su participación en la serie de zombies debería haber llegado a su fin -algo que nunca puede asegurarse por completo cuando se trata de The walking dead-, entrega algunas proyecciones de lo que debiera venir en la novena temporada, con fecha de estreno programada para fines de este año: "No me gustan las series que se extienden más de la cuenta. Esta ha sido bastante larga porque es un mundo amplio y hay muchos personajes, y a mí me interesa saber qué será de cada uno. Pero creo que sería bueno que la historia tuviera algún tipo de cierre", señala. Y agrega: "La próxima temporada tendrá que volverse más polarizada, el mundo está por cambiar de manera drástica por lo que los conflictos serán más de extremos: estás con nosotros o con ellos, estás vivo o muerto".
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