"No tengo un hombre ni a Gael García, me siento tan vacía", cantaba una joven Natalia Lafourcade 18 años atrás en la canción "En el 2000", de su primer disco. El 4 de marzo, finalmente pudo encontrarse con el actor cuando compartieron escenario en los premios Oscar para interpretar "Recuérdame", tema central de la película Coco, elegida por la Academia como Mejor canción original. Pero más allá de lo anecdótico, la presentación de la cantante en el Dolby Theatre viene a coronar el exitoso momento que está viviendo con Musas, su reciente trabajo donde homenajea al folclor latinoamericano.

Este 29 de abril, la mexicana regresa a Santiago para presentar el volumen dos en el Teatro Coliseo. "El sentimiento que tengo cada vez que vuelvo a Chile es muy parecido al que tengo en México", dice a Culto

- Con Musas se aleja del pop, ¿esperaba el éxito que ha logrado?

- Yo pienso que Musas es un concepto de disco que ha alcanzado algo que nos inquieta a muchos hoy, que tiene que ver con conectar de nuevo con el pasado, con las raíces y con todo aquello que nos permite construir algo que tenga mucho más fundamento y mucha más fuerza en el presente. Para mí esa fue la inquietud y esa es todavía, por eso quise hacer un proyecto como este y nunca imaginé que traería tantas buenas cosas. Una de ellas muy importante ha sido darme cuenta de quién soy, de donde vengo y construirme mejor como artista y como mujer.

- ¿Se siente responsable de este renacimiento del folclor?

- No sé si responsable, pero siento que es una inquietud general y tal vez tiene que ver con que la tecnología, las redes sociales y todo lo que está pasando, nos aleja de conectar con nosotros mismos. Pareciera que el mundo, la industria, lo que menos quieren es que nosotros nos conectemos con la verdadera esencia de las cosas. Para mí el folclor tiene algo muy poderoso, es muy real, muy honesto.

- Justo en este momento de su carrera llega esta invitación para interpretar la canción de Coco, ¿cómo tomó este desafío?

- Me dio muchísimo gusto que me invitaran, me sentí muy honrada, muy contenta, porque admiro mucho las películas de Pixar. Fue algo que nunca imaginé que iba a pasar y menos que pasaría todo lo que después pasó, o sea, poder ir al Oscar, poder cantar algo que tiene que ver con México y con su gente. Para mí fue una señal de que voy por buen camino. Que estoy haciendo lo que me inquieta, pero que aparte está siendo un aporte. Ahora esa canción forma parte de mi repertorio en los conciertos.

- ¿Qué significó este paso por los Oscar?

- Es un impacto, porque es una plataforma para que muchas personas puedan ver lo que haces. Poder compartir algo con la gente que les va a ocasionar algún tipo de sanación o alegría o se van a identificar o lo que sea, eso para mí es lo más importante. Haber tenido la experiencia de estar en ese escenario con Gael por ejemplo, con Miguel, todo eso me sigue aportando cosas, experiencias. Ha sido un regalo.