Infinity war: todos contra Thanos
Avengers: Infinity war no tiene la ironía de Doctor Strange (aunque en realidad no puede, por el curso de sus acontecimientos) , ni posee la acción propulsiva de Avengers I. Aún así es una de las buenas películas de la serie y los hermanos Anthony y Joe Russo demuestran manejar bien el pulso casi trágico que ya le habían imprimido a Capitán América: Guerra Civil.
Aquella maldita guerra civil probablemente lo arruinó todo. Iron Man y sus amigos enfrentados a Capitán América con sus aliados terminaron con el espíritu de equipo y en Capitán América: Guerra civil (2016) se percibió que los superhéroes de Marvel eran más vulnerables que nunca.
Pues bien, en Avengers: Infinity war, llega a visitarlos el peor villano posible. Más vale que se olviden de sus rivalidades si quieren estar a la altura de Thanos (Josh Brolin), un tirano que desea nivelar la población del universo eliminando a la mitad de los seres vivos. En otras palabras, un genocida.
Por primera vez vemos a Tony Stark-Iron Man (Robert Downey Jr.) con rostro de desolación infinita y, lo que es mejor, su némesis no es una caricatura para hacer chistes. La vieja máxima dice que las buenas películas siempre poseen un malvado con densidad dramática y ambición relevante.
En este caso la ambición de Thanos es la tragedia del universo. Decidido a recolectar las seis piedras del infinito llega al planeta Tierra, donde los superhéroes Vision y Doctor Strange (del team Avengers) poseen dos de ellas en su poder. Con las seis gemas, Thanos controlaría el universo. ¿Están Iron Man y sus amigos, que esta vez incluyen a Star-Lord y sus Guardianes de la Galaxia, listos para enfrentarse a tamaña amenaza?
La película número 19 del llamado Universo Cinematográfico Marvel (MCU, sus siglas en inglés) es la más ambiciosa de todas las producciones de la serie nacida en 2008 con Iron Man. En estos diez años se han sucedido, entre otras, dos películas más del superhéroe con Robert Downey Jr., tres Thor , tres Capitán América y se han ido agregando nuevas franquicias como Guardianes de la Galaxia, Doctor Strange y Pantera Negra.
Los realizadores han variado de película en película, pero el productor es el mismo: Kevin Feige, uno de los cerebros más influyentes en la industria del cine pop corn. Como presidente de Marvel Studios, Feige fue capaz de concebir lo que hacen los productores con visión. Es decir, crear un universo paralelo de personajes (a lo Disney, a lo Lucas) que influyen en la cultura más de lo que los intelectuales creen y menos de lo que los fanáticos aceptan. Para bien o para mal, Marvel está ahí y no tiene intenciones de irse.
Cada realizador y cada guionista se mueve dentro de aquellas coordenadas de la mejor forma que puede y de vez en cuando hay películas magníficas. Fue el caso de Iron Man (2008), Guardianes de la Galaxia I (2014) o, más recientemente Thor: Ragnarok (2017) y Pantera Negra (2018). Avengers: Infinity war no tiene la ironía de Doctor Strange (aunque en realidad no puede, por el curso de sus acontecimientos) , ni posee la acción propulsiva de Avengers I. Aún así es una de las buenas películas de la serie y los hermanos Anthony y Joe Russo demuestran manejar bien el pulso casi trágico que ya le habían imprimido a Capitán América: Guerra Civil.
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