A la gorra y más política: arranca la séptima Rebelión de los Muñecos
Diez obras internacionales y nueve chilenas dan vida, desde este sábado 5, a la nueva edición del festival de marionetas en el Anfiteatro Bellas Artes.
Para muchos, el clown -con sus estrafalarios atuendos y pelucas, además del maquillaje en exceso- solo desata la risa con su mirada sobre el mundo y sus propios fracasos. Pero hace un año y medio, recalca el actor, director y líder de la compañía Viajeinmóvil, Jaime Lorca (1960), que la figura de ese payaso gritón se ha vuelto el maestro de ceremonias del Anfiteatro Bellas Artes, sala que el ex La Troppa administra desde 2011. "Gracias a sus labores de perifoneo, la gente supo que aquí había un teatro distinto y a la gorra. A varios, eso sí, les costó creer que era cierto", dice.
Desde que eliminaron la boletería y venta de entradas, el público aumentó a 27 mil personas la temporada pasada (un 150% más que en sus primeros años), según cuenta. Además, "hoy existe una relación distinta entre espectadores y los artistas que pisan este escenario", agrega el gestor, quien en noviembre estrenará en la misma sala su versión de El rey Lear de Shakespeare con actores y marionetas.
Antes, sin embargo, los mismos títeres que dan vida al antiguo espacio en el Parque Forestal se convertirán nuevamente en protagonistas de su propio festival, La Rebelión de los Muñecos, que desde este sábado 5 celebrará su séptima versión. "Haciendo la retrospectiva, cumplir 7 años es como graduarse por primera vez, solo que aquí la magia que se produce es la misma de años atrás", opina Lorca.
Diez obras internacionales y provenientes de siete países (Francia, Alemania, Colombia, España, Argentina, Inglaterra y Perú), además de nueve chilenas, componen la nueva edición del certamen, que cuenta con $ 49 millones del Fondart. La selección local incluye a los grupos Tryo Teatro Banda (¡Parlamento!) y La Mona Ilustre (La niña de Canterville), así como las reposiciones de sus exitosos montajes Gulliver (2012), La venganza de Ricardo (2014) y La Polar, reconstitución de la última reunión del directorio (2012), centrada en el bullado caso de la multitienda chilena.
Las puertas abrirán este fin de semana, cuando el argentino Sergio Mercurio aterrice con dos de sus obras: Viejos de mi... (sábado 5, 17.00 y 20.00 h), una historia que aborda el abandono de dos ancianos en un hogar, y el autobiográfico unipersonal El titiritero de Banfield (domingo 6).
La programación, agrega el director, "tiene a otro gran clásico, el director inglés Stephen Mottram", quien trae a Chile el espectáculo The parachute (2 y 3 de junio). Su relato narra desde el nacimiento y hasta la partida de los hijos de la casa de sus padres, y se construye a partir de pelotas de ping pong que dibujan a las criaturas y protagonistas. "El es la gran figura del teatro animado de hoy, con una técnica muy depurada", señala Lorca.
También destacan la presencia de Anubis (16 y 17 de junio), pieza con que el grupo alemán Numen ("los más experimentales en su género") retrata al dios egipcio de la muerte que guiaba a los espíritus al inframundo. "Además tendremos el regreso a Chile del director Andrés del Bosque (Las siete vidas del Tony Caluga)", agrega Lorca, quien se convierte en un saltimbanqui en su monólogo Banqü€ro$ (19 y 20 de mayo), con que critica las hostilidades del sistema económico actual.
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