Son poco menos de 300 páginas las que dan vida a Luis Miguel: la historia, el libro que profundiza en la compleja infancia de Luis Miguel, uno de los cantantes más herméticos con su vida privada.

Él mismo nunca contó una sola palabra sobre las polémicas que sacudieron su adolescencia: como la desaparición de su madre italiana o la complicada relación con el padre español —de quien se independiza cuando se hace mayor de edad.

En Luis Miguel: la historia, una edición ampliada del español Javier León Herrera, su madre aparece tanto como en la serie de Netflix: apenas descrita como un personaje angelical, que cuida de su hijo en ese territorio que parece hecho de ficción como es la infancia.

Por el contrario, el volumen profundiza en el padre, Luis Gallego Sánchez, mejor conocido como Luis Rey, uno manipulador y adicto a la cocaína, revelado como una faceta siniestra y desconocida de la vida del cantante mexicano.

Luis Rey parece un personaje secundario de su propia vida, un cantante español del montón, frustrado por una carrera a la deriva, que usó y abusó de otros (quebró literalmente la vida de varias personas) para sobrevivir gracias al éxito que cosechó con Micky, su hijo mayor, al que parece arrebatarle su propia historia.

Tanto el libro como la serie prueban que Luis Rey moldeó al hijo a su gusto. No solo le arrebató a Luis Miguel "la mujer de su vida", también lo hizo con su familia y hasta un dueto con Michael Jackson, como se ve en los primeros capítulos de Luis Miguel: la serie.

Cada decisión de su carrera, al menos en los primeros años, pasó por el filtro del padre, de manera maquiavélica y como el guión de una película improbable: con quién debía mostrarse en público, qué debía aparecer en los medios (aunque fuera inventado a conveniencia), con quiénes debía trabajar o hacia qué país huir luego de defraudar a productores y mánagers.

Un dato curioso es que, a partir de su adolescencia, más allá de lo artístico, el cantante mexicano se transformó en una figura aspiracional para buena parte de sus seguidores mexicanos. Fue en la época de las míticas fiestas en Acapulco, que asoman como un destino habitual de las estrellas de Hollywood. Ahí el libro conecta a Luis Miguel con el vocablo que cifra a los "zorrones" mexicanos en jerga local:

No sé si tiene algo que ver con la popularidad que el libro adquirió en México, que no mucho después de la publicación de mi libro se originó una palabra casi calcada, el mirrey, para definir a una especie de tribu urbana de élite que se convirtió en todo un fenómeno social y que se extendió en la jerga popular mexicana a principios del siglo XXI, denotando un determinado perfil de individuo del que suelen ser Micky y algunos de sus amigos de infancia, como Roberto Palazuelos, su paradigma.