A comienzos de abril, el autor estadounidense de origen dominicano, hoy de 49 años, publicó un conmovedor artículo, El silencio, narrando el abuso sexual que sufrió cuando niño y sus consecuencias, en la revista The New Yorker.
Casi un mes después, el 4 de mayo, la periodista Zinzi Clemmons le preguntó en medio de un simposio en Sydney (Australia) por qué la había tratado tan mal hace seis años, cuando ella era una estudiante en la Universidad de Columbia.
Después, Clemmons, contó en Twitter que Díaz la arrinconó y besó sin su consentimiento, y aseguró que está lejos de "ser la única" que sufrió una agresión sexual por parte del autor.
Ayer, Díaz dejó su cargo en la presidencia de la Junta de Directores del prestigioso Premio Pulitzer, que él mismo obtuvo hace una década con la novela La maravillosa vida breve de Óscar Wao (2008). Trofeo del que será despojado si es hallado culpable.
"Me hago responsable de mi pasado. Esa es la razón por la cual tomé la decisión de contar la verdad sobre mi violación y sus consecuencias dañinas. Esta conversación es importante y debe continuar", aseguró Díaz en un comunicado.
Mientras la organización del galardón, así como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde Díaz es actualmente profesor de escritura creativa, informaron que realizarán investigaciones sobre las acusaciones de acoso y agresión sexual en su contra.