En la mañana del jueves pasado, el actor canadiense Ryan Reynolds nuevamente tomó por sorpresa a los fanáticos de Deadpool con un video que compartió por Twitter, donde el antihéroe que él encarna visita al ex jugador británico de fútbol David Beckham para disculparse por la broma que hizo en su primera película sobre la forma de hablar del deportista. Así no sólo se saldó una deuda, sino que nuevamente las redes sociales fueron la mejor arma de promoción para el deslenguado personaje de Marvel y su segunda incursión fílmica, luego de que en 2016 la cinta original, titulada simplemente Deadpool, se tomara la taquilla y a gran parte de la crítica por asalto.
Con una recaudación de más de US$ 780 millones -frente a un presupuesto de US$58 millones-, la película dirigida por Tim Miller conquistó a la audiencia pero también un lugar en la historia de Marvel, al conseguir la mejor recaudación de la historia para una producción del mundo de los X-Men. Sin olvidar que también logró situarse como la película de clasificación R (para mayores de 18 años) más taquillera en la historia del cine -superando a Matrix recargado (2003) que sumó US$ 742 millones-, y que obtuvo dos nominaciones para los Globos de Oro (Mejor Película de Comedia o Musical y Mejor Actor).
Ante esto, la vara estaba alta para Deadpool 2, que debuta en salas locales el próximo jueves con un relato donde el ex mercenario Wade Wilson sigue fiel a sus características: violento, irreverente y con una capacidad física regenerativa que lo hace esquivar la muerte varias veces en un día. Pero en la secuela también muestra más de su lado sensible, ante el amor de su vida, Vanessa (Morena Baccarin), y Russell, un mutante de 14 años -interpretado por el neocelandés Julian Dennison, quien saltó a la fama en la aplaudida Hunt for the wilderpeople, de Taika Waititi (Thor: Ragnarok)-, que se cruza en la vida de Wilson y lo lleva a replantearse sus prioridades.
Sin embargo, el relato de la nueva película se inicia un poco antes, cuando Deadpool se ha enfocado en su papel como paladín, o lo que parece serlo, eliminando a los criminales del mundo, hasta que uno de ellos pone en jaque sus planes junto a Vanessa. A esto se suma la llegada de Cable (Josh Brolin), el guerrero infectado con un virus tecno-orgánico que lo vuelve cibernético y quien viaja desde el futuro con la misión de eliminar al asesino de su esposa e hija.
Pero Deadpool no estará solo en su enfrentamiento con Cable, ya que contará con la ayuda de su amigo del bar Weasel (T.J. Miller), el taxista Dopinder (Karan Soni) y los reclutas mutantes que conformarán la X-Force: Domino (Zazie Beetz), Bedlam (Terry Crews), Zeitgeist (Bill Skarsgård), el alienígena Shatterstar (Lewis Tan) y Peter (Rob Delaney), un hombre común y corriente que decide concurrir al llamado por superhéroes al considerarlo interesante.
"En la primera (película) pasamos desapercibidos. En ésta, fue todo lo contrario. La presión era inmensa. Cada pequeño detalle que salía en la prensa se convertía en una historia masiva. Todas estas pequeñas cositas que se filtraban con el tiempo nos hicieron darnos cuenta de que las expectativas eran enormes", afirmó el guionista y productor Paul Wernick sobre el desafío que enfrentaron junto a sus coguionistas, Rhett Reese y el mismo Reynolds, para escribir Deadpool 2, agregando que: "Lo que Ryan, Rhett y yo intentamos hacer fue sólo lo que hicimos en la primera. Siempre y cuando nos hiciera reír y nos salieran lágrimas, y que fueran lágrimas de felicidad, sentimos que íbamos por buen camino".
Un camino un poco más fácil que el que emprendieron para la primera cinta basada en el cómic creado por Rob Liefeld, cuando sólo contaron con un presupuesto de un poco más de US$ 50 millones, en comparación a las de las otras cintas de superhéroes, que triplican o cuadruplican esa suma. Y en el que además sumaron como director a David Leitch, quien había demostrado su habilidad con el género de la acción en cintas como John Wick (2014) y Atómica (2017).
"Hicimos nuestro mejor esfuerzo para expandir la acción y, en un sentido general, simplemente hacerla más espectacular. Y en términos del tono, la diversión y el ADN de una película de Deadpool, el público obtendrá todo lo que esperas y más", le aseguró Leitch al sitio web Fandango sobre su último desafío fílmico.