El año pasado fue uno de los invitados estelares a la Feria del Libro de Buenos Aires. John Katzenbach (67) llegó con Personas desconocidas, su novela número 15, al encuentro en Argentina. Pasadas las 6 de la tarde de un sábado, el escritor estadounidense comenzó a firmar ejemplares y terminó a las 3.40 am del domingo.

Entre quienes esperaban un autógrafo de Katzenbach no eran pocos los que llevaban en sus manos un ejemplar de El psicoanalista. La novela publicada por primera vez en 2003 en Hispanoamérica, que vendió 10 millones de ejemplares en el mundo, ahora cumple 15 años. Una nueva edición entra a librerías nacionales con inquietantes y llamativos dibujos de Alejandro Colucci. El artista uruguayo también ha creado portadas para novelas de Anne Rice, Tom Wolfe, James Ellroy, J.G. Ballard y la saga El Padrino, de Mario Puzo.

"Las ilustraciones de Colucci transmiten tanto misterio como belleza", señaló John Katzenbach, considerado el maestro del thriller psicológico, sobre la edición aniversario de El psicoanalista.

"Feliz 53 cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte", dice el anónimo mensaje que recibe en su consulta el psicoanalista Frederick Starks y que pone en movimiento la historia de la novela. "Pertenezco a algún momento de su pasado. Usted arruinó mi vida (...) y ahora estoy decidido a arruinar la suya", apunta el papel con una serie de amenazas.

Desde entonces, la vida del doctor Starks cambiará para siempre. Solo tiene 15 días para descubrir quién es el psicópata que está detrás del mensaje. De lo contrario, lo insta a suicidarse o podrían ser asesinados algunos de los 52 familiares nombrados en la misiva.

"Lo cierto es que no espero que sea capaz de adivinar mi identidad, por supuesto", se lee en la carta firmada con letras mayúsculas: RUMPLESTILTSKIN.

Hace dos años John Katzenbach comentaba, en entrevista con este diario, la preparación de una secuela de El psicoanalista. "Por primera vez en mi carrera de escritor, he decidido volver a una historia anterior y escribir una secuela. Hace varios años escribí El psicoanalista. Tal vez esa historia no ha terminado...", dijo a La Tercera sin dar mayores detalles. Pero consultado por el origen de la novela señaló: "Mi madre es psicoanalista, y parte de la información vino de allí. Le pregunté cómo hacía para saber si la persona que estaba echada en su diván era quien decía ser... Ella me dijo 'no lo sé'. Y de repente vi toda la novela".

En El psicoanalista, el ex reportero de The Washington Post y The New York Times desarrolla un trayecto que va más allá del hallazgo de cuerpos ensangrentados. Hay cambios de identidades y la alteración del tiempo. El doctor Starks dejará su rutina médica para dar con el verdadero rostro de Rumplestiltskin. Abandona Nueva York y en otra ciudad comienza a llamarse Richard Lively.

"Era una carrera con sabor a muerte. Un fantasma que perseguía a un difunto. Un difunto que buscaba a un fantasma", se lee sobre la mitad de la novela cuando la vida del ex doctor agoniza.