Una asistente de producción acusó que cuando trabajó en 2015 en la cinta Going in style, recibió comentarios en relación a su físico y contactos no deseados tales como descansar su mano en la pierna de la joven o frotar su espalda baja.
De acuerdo a las declaraciones de la asistente, Freeman "siguió tratando de levantar mi falda y preguntándome si llevaba ropa interior", algo que no logró, pero que sí intentó en varias oportunidades. Finalmente, se detuvo cuando Alan Arkin le dijo que se detuviera, según contó la joven.
No fue la única. En conversación con CNN, una integrante del equipo de producción de Now you see me (2012) también alegó acoso sexual: "Comentó sobre nuestros cuerpos ... Sabíamos que si él venía ... no debíamos usar ninguna blusa que mostrara nuestros pechos, no usar pantalones ajustados, es decir, no usar ropa que [estuviera] ajustada".
Esto se condice con las acusaciones de cuatro personas que han trabajado con el actor los últimos 10 años, quienes aseguraron que es una constante que Freeman haga sentir incómodas a las mujeres en el set. De hecho, dos mujeres dijeron que fueron sometidos a manoseos no deseados.
CNN conversó con 16 personas en torno a las acusaciones contra el actor, de las cuales 8 aseguraron haber sido víctimas de acoso y/o comportamiento inadecuado. Además, 7 personas declararon que en la productora de Freeman -Revelations Entertainment- ya hay precedentes de acusaciones de este tipo en las cuales se apunta a comentarios de Lori McCreary, cofundadora de la empresa.
Se acusó a McCreary de hacer un comentario discriminatorio con respecto a una candidata para un trabajo en el Producers Guild of America.
Fueron tres las personas que reconocieron haber sido testigos de comentarios públicos sobre el cuerpo y ropa de las mujeres, pero explicaron que no lo informaron por temor a perder su trabajo. Por su parte, algunas mujeres dijeron que cambiaron su forma de vestir para combatir por sí mismas el acoso.