Alvaro Henríquez ya está en casa. Ayer en la mañana, el músico fue dado de alta de la Clínica Las Condes, luego del trasplante de hígado que recibió el 1 de mayo, como consecuencia de un daño hepático que lo tuvo en estado de extrema gravedad. Según un comunicado de la entidad, el cantante salió del lugar "en muy buenas condiciones", aunque debe continuar con una serie de controles periódicos a cargo del equipo tratante.
Su hermano, el también músico y poeta Gonzalo Henríquez, dice: "Seguirá en observación y en un proceso extenso de recuperación. Hoy tiene restricción de todo. Ahora entra en una etapa muy larga. Pero está muy bien de ánimo".
Según Francisco Barrera, gastroenterólogo de la Red Salud UC Christus, antes de seis meses los pacientes en estas condiciones no vuelven a trabajar. Además, hay un control intenso en las primeras semanas para evitar que el nuevo órgano genere rechazo. "De a poco debe recuperar la alimentación, levantarse y hacer actividades dentro de la casa. No debe salir mucho de ahí, para evitar infecciones o estar en contacto con gente resfriada. Además debe ser muy estricto con los fármacos. La vida normal se retoma al año post trasplante", dice el especialista. En el texto, la clínica también aclara que en esta fase pueden aparecer complicaciones derivadas de un procedimiento médico tan importante.