Al igual que para sus más de 49 millones de compatriotas, han sido días de mucha expectación y alta tensión para Carlos Vives, con dos temas que hoy acaparan su atención y la de todo los colombianos: las recientes elecciones presidenciales de su país, que dieron como ganador al uribista Iván Duque, y el debut en el Mundial de Rusia de su selección, que hoy se mide contra los japoneses en el Mordovia Arena de Saransk.
"Hasta hace poco no estábamos tan acostumbrados a esto de que Colombia fuera a los Mundiales. Nos educamos con cariño al fútbol, pero siempre siguiendo a Brasil o a algún otro equipo latino", cuenta el músico y actor, quien antes de llegar a las telenovelas y los discos brilló en el Pescaíto Fútbol Club de su natal Santa Marta, y que hoy lamenta la ausencia de la Roja en el torneo: "Sé que ha sido duro", dice, comprensivo.
Reflexiones futbolísticas que El Rey del Vallenato realiza en medio de un breve descanso antes de retomar su gira mundial, que inició a fines de abril y que este 8 de julio lo tendrá tocando en el Movistar Arena, en su reencuentro con el público chileno tras su memorable presentación en la última edición del Festival de Viña. "Lo que nos lleva de vuelta ahora es el Vives tour, una apuesta distinta y con más canciones nuevas. Obviamente hay un momento para la nostalgia pero en general es todo muy fresco", explica el autor de "La bicicleta" sobre su actual puesta en escena, con la que promociona su homónimo último álbum, plagado de éxitos radiales y duetos con figuras como Shakira, Thalía y Sebastián Yatra.
- En su último paso por el Festival de Viña dio uno de los mejores shows del evento. ¿Qué sensación le dejó esa noche?
- Para mí Viña es algo muy especial, como festival, pero también como momento psicológico de los chilenos, que están de vacaciones, en familia, un poquito fuera del mundanal ruido y en plan de disfrutar las cosas simples de la vida. Para todos los artistas que cantamos en nuestro idioma es un privilegio ir al Festival, poder mantener ese cariño no es fácil, pero creo que es algo que hemos ido construyendo. Y ese último encuentro lo disfrutamos mucho porque encontramos un público muy alegre, muy rumbero, y para nuestra música eso es un gran acompañamiento.
- ¿Cree que en ese público "más rumbero" que encontró en Chile tenga algo que ver la creciente colonia colombiana en Chile?
- Bueno, ese es un tema importantísimo que me sorprendió mucho. El hecho que Chile se haya convertido en un foco de crecimiento y desarrollo cada vez mayor en Latinoamérica va a empujar a mucha gente de distintas partes, y al mismo tiempo creo que ha hecho crecer la solidaridad de los chilenos. Como colombiano, como artista, valoro mucho todo eso, porque Colombia es un país de gente muy amigable y entregada al trabajo.
- Su país es, además, el nuevo epicentro del pop latino. ¿Celebra ese nuevo estatus?
- Hoy en la industria hay una predilección por los géneros urbanos. Y de Colombia lo que más se escucha son los artistas urbanos. Aunque respeto todos los géneros y es importante que a los colombianos les vaya bien, musicalmente mi país es mucho más que el género urbano, y no todos tienen las mismas oportunidades. Cada región tiene sus corrientes y de eso se conoce muy poco. Hoy se habla más de Maluma, de J Balvin y de cantantes que representan parte de la industria pero que no son lo más representativo de la música colombiana.
- ¿Cree que ha faltado difusión de la verdadera música de raíz?
- La música de ellos también es de raíz, los reggaetones y los dancehall también se alimentan de la música de raíz. Pero para mí el folclor no tiene nada que ver con la industria. Eso es algo que siempre he tenido muy claro: Carlos Vives no hace folclor. A mí me llaman el Rey del Vallenato pero nuestra música nunca fue folclórica, es de la industria, aunque nacida de nuestras raíces.
- ¿Qué cree que viene para su país con este nuevo gobierno?
- Vienen buenos tiempos, después de la polarización de todos estos años. Por lo general a uno le piden en su país que tome partido, pero como artista uno está para trabajar para todos y en esta campaña he tenido la oportunidad de llevar un discurso de unidad más que de polarización. Al final, lo que nos muestran estas elecciones, viendo el crecimiento por el lado de la izquierda y la consolidación de las fuerzas de derecha, es algo más equilibrado, y eso tiene que traer cosas buenas.