Artista multifacética, Patti Smith canta, compone, hace fotografías y escribe, pero todo ello lo hace con la poesía como alimento de toda su obra, tocada por esa especie de revelación que desde niña parece que la visitó y de cuyo misterio habla y reflexiona en su último libro Devoción.
Un libro publicado ahora en español por Destino en el que ofrece al lector su visión sobre el misterio de la creación en un texto biográfico y poético donde mezcla sus pensamientos durante un viaje a París.
En este viaje recuerda a Proust o Camus, y lo que escribió durante el citado viaje, que es un triste relato sobre una virtuosa patinadora que la hechizó, mientras la veía en televisión, somnolienta en un habitación de un hotel.
Una visión que persigue a la madrina del punk durante sus paseos por las calles de París, ciudad que visita para encontrarse con el editor de Gallimard. Y un viaje en el que la acompañan dos libros (siempre lleva un libros para leer y varias libretas donde apunta sus pensamientos), uno de ellos Un pedigrí, del nobel de Literatura Patrick Modiano y otro sobre la filósofa francesa Simon Weil, que trufa también el texto.
En la primera parte del breve volumen recorre las calles de París y los lugares míticos para ella, como el Café de Flore y recuerda sus primeros viajes a la ciudad de la luz con su hermana, evocando a sus escritores referentes como Rimbaud, Verlaine, Baudelaire o Paul Valéry.
El relato continúa su viaje al sur de Francia y se cierra con su visita a la casa de Camus.
El libro se nutre de la propia vida de la autora y en él la compositora estadounidense da vueltas sobre lo que es la inspiración - "la incógnita de la ecuación, la musa que asalta en la hora oculta"-, escribe Smith (Chicago, 1946).
"¿Por qué se siente alguien llamado a escribir? Para apartarse para protegerse en la crisálida, disfrutar del rapto de la soledad, a pesar de los deseos de los demás. Virginia Woolf tenía su habitación propia. Proust sus ventanas cerradas. Marguerite Duras, su casa silenciosa... Todos buscaban un vacío que empapar de palabras", escribe la autora en el libro.
Patti Smith, que se trasladó a Nueva York en 1967, hizo sus pinitos artísticos en París, donde comenzó a frecuentar los clubes de moda de entonces pintando, escribiendo y actuando en obras teatrales. En 1974 creó su propia banda de música y en 1975 publicó su primer y mítico álbum Horses, donde fusionó punk, rock y poesía, añadiendo su compromiso feminista.
Sobre este tema esta artista que no para de hacer poesía de todo lo que ve y toca y que dice que crear es lo más importante en su vida, considera, según recoge la editorial, "que es importante que las mujeres sean lo suficientemente fuertes para luchar por el espacio que necesitan. Los hombres deben ser lo suficientemente fuertes para poder dárselo, porque necesitan fuerzas para pedir y para dar".
Así, este libro se suma a otros títulos publicados por Lumen en castellano, en los que la autora también puso el espejo retrovisor y abrió el cofre de sus emociones biográficas como M Train, Tejiendo sueños o Éramos niños.