Melendi apuesta por el feminismo y la música urbana

Ramón Melendi Espina está sentado en uno de los salones del hotel Sheraton donde llegó hace unas semanas para promocionar su noveno material de estudio, llamado Ahora. Es cercano, se ríe fácilmente, se percibe que está en un buen momento, y como no, tras publicar el álbum en marzo ya logró Disco de oro en España. Atrás quedaron las polémicas, en un pasado que el mismo definió alguna vez como "autodestructivo" y que incluyó drogas y alcohol, pero hoy totalmente desterrado a los 39 años: "Estoy reconciliado con mi pasado, ni siquiera paso tiempo ahí".

Y bajo ese espíritu compuso las 11 canciones de su nueva producción, que siguen el derrotero camaleónico que ha mostrado desde un principio, donde ha pasado por la rumba catalana, el tango, la balada, el rock y el pop. "Sigo siendo un hombre sin personalidad absoluta, soy un auténtico farsante", cuenta entre risas. Luego aclara: "No soy un artista dentro de un movimiento o tendencia. Soy un cantautor y desde mis primeros discos ha habido de todo".

En su apuesta Melendi transita por la balada romántica en "Mi código postal"; por la reflexión con coro gospel en Habitantes de un mismo planeta; y además experimenta con ritmos tropicales, en "El arrepentido", junto a Carlos Vives. Pero el asturiano también se adentra en el reggaetón, el hip hop y la música urbana. "Son pruebas. Pero me gusta sentirme un poquito en el ahora de la música y lo que te aportan las nuevas tecnologías y los nuevos sonidos, Pro Tools, por ejemplo. Ahí ves lo que utilizas, porque si lo usas todo, dejas de ser tú". Y además, el compositor también tiene algo que decir en la época del #metoo, ya que en parte de su disco habla de liberación femenina. "Ahora hay movimientos sociales que evidencian que hay muchísimas personas que tienen claro que la igualdad entre hombres y mujeres ni siquiera tendría que discutirse, y tarde o temprano este empuje va a hacer que ese acuerdo se revisite".