Más que especial será el próximo programa de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, por lo desacostumbrado de su propuesta. Si generalmente el piano, el violín o el cello son los instrumentos estelares como solistas, en esta oportunidad el protagonista será la viola, con la presencia de Roberto Díaz (1964), virtuoso chileno de este instrumento y director del prestigioso Instituto Curtis de Filadelfia.
A eso hay que sumar el hecho de que la orquesta de la FOJI no suele interpretar a compositores actuales reconocidos mundialmente, y Díaz abordará el Concierto para Viola de Jennifer Higdon (1962). La autora estadounidense ha sido distinguida con el Pulitzer 2010, varios Grammys, y es una de las compositoras más afamadas e interpretadas de su generación.
Precisamente la obra en cuestión le valió a comienzos de este año dos premios Grammy: uno por composición, y otro por el disco que la incluye, con Díaz como solista. "Ha sido un proyecto muy exitoso", comenta el músico, "los Grammys han ayudado mucho a acarrear atención hacia la pieza". Y añade: "La he tocado en Estados Unidos con diferentes orquestas, y hace dos semanas en Ciudad de México. Esta será el estreno sudamericano".
La Orquesta Nacional Juvenil ofrecerá dos conciertos, el sábado sábado 30 en el Aula Magna de la Universidad Federico Santa María en Valparaíso, y el domingo 1 de julio en la sala de Corpartes, a las 12.30 h, con retiro gratuito de entradas en sus boleterías. La dirección estará a cargo de Max Valdés.
Sonido de EEUU
Profesora de composición en el Instituto Curtis, Jennifer Higdon dice sentirse "muy honrada" de que los jóvenes músicos chilenos interpreten su pieza. Sobre su génesis, relata a Culto: "Lo primero que hice fue revisar partituras de conciertos para viola a lo largo de la historia. Quise que mi obra sonara muy estadounidense, y al mismo tiempo que el instrumento tuviese la oportunidad de ser prominente y de cantar".
Son tres movimientos. Explica la artista que "el primero es lento, y enfatiza los colores de la viola. El segundo es un poco más rápido, con elementos de jazz, mientras que el tercero es veloz con algunos pasajes lentos". Higdon añade que "siempre el principal desafío es lograr el balance entre solista y orquesta, así que mi meta era que, en las partes más energéticas, la viola no se hundiera en la masa orquestal".
Su estilo ha sido descrito como "neorromántico". Pero Higdon evita los encasillamientos: "Yo creo que la gente necesita conceptos para definir la música, que por su naturaleza es indescriptible en palabras", reflexiona. "Pienso que ninguna de mis obras puede describirse realmente como neorromántica. La verdad es que se han usado muchas denominaciones para referirse a mi lenguaje, pero honestamente no me detengo a pensar sobre aquello. Estoy muy ocupada escribiendo música".
Respecto a los numerosos reconocimiento que ha logrado, afirma: "Es un tremendo honor ... De repente me sorprendo cuando me siento y me pongo a pensar sobre esto. Yo amo escribir música, y para mí la más grande recompensa es el poder trabajar con excelentes músicos, y eventualmente emocionar a las audiencias. Los premios son un añadido. Siento que debo hacer lo mejor durante el resto de mi vida para estar a la altura de todos los reconocimientos".
Reencuentro
Sobre la obra de Higdon, Roberto Díaz relata: "La idea surgió de la Biblioteca del Congreso en Washington. Allí hay una viola Stradivarius, y ellos propusieron que se escribiera un concierto para que yo la tocara en ese instrumento, entonces yo sugerí a Jennifer. La partitura tiene mucho de emoción y me da espacio para hacer cosas de alto vuelo".
En sus visitas anteriores, Díaz visitó la FOJI para hacer clases magistrales: "Los músicos fueron a nuestros conciertos cuando estuvimos con (el programa) Curtis on Tour, pero ahora voy a tocar con ellos, lo que es una gran emoción".
El programa, que abrirá con el Preludio Sinfónico del chileno René Amengual (1911-1954). también incluirá Haroldo en Italia de Héctor Berlioz (1803-1869). "Más que un concierto, es una sinfonía con partes solistas para la viola, que representa al personaje de la historia (Haroldo)", explica Díaz. "Es una obra de tremenda belleza, no solo para la viola, también para la orquesta, así que los músicos de la FOJI podrán lucirse tocándola. Además, con Max Valdés la hemos hecho juntos en el pasado, por lo que será un bonito reencuentro".