Tranquility Base Hotel & Casino se titula el noveno trabajo del cerebro de Arctic Monkeys en dieciséis años. A la fecha, Alex Turner (32) lleva seis discos con su banda madre, dos con The Last Shadow Puppets y un soundtrack de la película Submarine.

"No hubo mucho tiempo para el ocio", dice él en una entrevista publicada por Les Inrockuptibles donde también asegura que le debe a sus padres "una ética de trabajo, propia de la clase obrera".

"Me hace falta trabajar, no dar nada por hecho, por ganado. Es por eso que me siento tan realizado en mi pequeño estudio trabajando sin pausa", asegura.

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Alex Turner[/caption]

Sentado al piano

En la historia de Arctic Monkeys, la banda inglesa que debutó en 2006 con el irrepetible People say I am, that's what I'm not, el momento bisagra parece ubicarse justo entre esa efervescencia eléctrica de sus primeras canciones y el arriesgado Tranquility Base Hotel & Casino.

2016 fue el momento que los de Sheffield se borraron del mapa y su líder, Alex Turner, cambió de folio al cumplir treinta años.

Si para cada uno de los arranques furiosos de Arctic Monkeys, el hombre de "Fluorescent adolescent" respondía con un trabajo menos físico y explosivo al frente de su banda paralela The Last Shadow Puppets, también se perfilaba como un cantautor mucho más introspectivo y sofisticado.

"Hoy la gran diferencia es que comparto la escritura cotidianamente con Miles Kane en el seno de The Last Shadow Puppets, mientras que con Arctic Monkeys escribo todo solo, aislado en Los Ángeles. Hoy las fronteras se han borrado, mi escritura desde ahora forma un todo", asegura Turner.

Pasados los treinta, el músico decidió empalmar sus flujos creativos a partir de un regalo de cumpleaños. Para el sexto disco de Arctic Monkeys, el primero en cinco años, su representante le regaló un piano: "Y yo, que hasta ese momento solamente componía con guitarra, descubrí nuevos métodos de escritura. Seguí mis dedos y comencé a tocar el piano, a explorar… Ese fue el punto de partida del disco", contó a Les Inrockuptibles.

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En el estudio[/caption]

Ética de pandilla

En 2014, cuando comenzó a trabajar las canciones de su flamante último disco, Turner dejó de verse con el resto de integrantes de Arctic Monkeys.

"Es cierto que quedamos en contacto, pero sin necesidad de encontrarnos en la misma habitación", confiesa en la entrevista. "Esta vez, no solo compuse en solitario, lo cual ya pasaba frecuentemente, también comencé a grabar sin ellos. Descubrí esta libertad hace cuatro años, componiendo con la cantante americana Alexandra Savior, pregrabando canciones solo en mi en casa sobre un estudio de ocho pistas, para después deformarlas y enriquecerlas en grupo. Es lo que hicimos con Arctic Monkeys, encontrándonos en los estudios de La Frette, cerca de París, y luego abriendo las puertas a otros músicos amigos. Es ahí donde lo que hubiera podido ser un disco solista se volvió auténticamente uno de la banda. Yo no estaba del todo seguro de que fuera la dirección correcta que el grupo debía seguir. Pero los otros se mostraron inmediatamente entusiastas al descubrir las canciones", añade.

Fue el propio Jamie Cook, guitarrista de Arctic Monkeys, quien le dijo al cantante que era una buena dirección a seguir, "aun cuando las guitarras eran las grandes ausentes de mis canciones".

Según Turner, "había terminado por olvidar, estando tan solo, hasta qué punto adoraba esa mentalidad de pandilla. Los Monkeys son mis más viejos amigos, hemos vivido todo y atravesado todo desde la infancia. La prueba: estábamos un poco oxidados musicalmente, pero humanamente no hubo la menor dificultad de adaptación. La camaradería estaba intacta".

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Leonard Cohen

Sobre la mayor inspiración del disco, Turner menciona al fallecido cantautor canadiense.

"Lo escuché sin parar en el momento en que me puse con el piano. Él marcó mi escritura, incluso aunque siga estando muy lejos suyo", dice el hombre de "She's thunderstorms".

Luego sigue: "Él me ha demostrado que no estábamos obligados a sostener una historia en los tres minutos de una canción. Eso fue liberador para mí".

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Leonard Cohen[/caption]

El cantante

Sobre su voz, Alex Turner asegura que al comienzo no pensaba nunca en su forma de cantar, "todo salía naturalmente en medio de la urgencia".

Según él, "comencé a pensar en eso al cabo de varios años, para el primer disco de The Last Shadow Puppets. Descubrí a Scott Walker y Nina Simone, y después de eso ya no podía gritar más. Mi escritura se adaptó a este deseo nuevo de cantar. Sin embargo, no soy un cantante muy aplicado, incluso en el auto, donde escucho radios de jazz. Haría falta que haga repeticiones con más frecuencia, que sea menos reticente a cantar varias tomas en el estudio. En ese momento, grabé para el nuevo disco la mayor parte de las voces totalmente solo en casa, y nunca pude encontrar esta precisión en el estudio. Cantar en el estudio me arruina la cabeza".

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Arctic Monkeys en 2018[/caption]

"Quería un nuevo yo"

No solo suenan distintos. Como decíamos, el líder de Arctic Monkeys cambió de continente y de hogar para instalarse en Los Ángeles "Es ahí donde están mis aparatos y mi piano. Por el momento, eso me retiene. Yo no había planeado quedarme tanto tiempo, pero me quedé dormido en el borde de la piscina con un cóctel en la mano y me desperté cinco años más tarde", asegura.

Luego explica: "Vine a California porque tenía la necesidad de cambiar de vida, de reinventarme. Sentía que me marchitaba… me acostumbré al confort, a los hábitos y hacía falta cambiar de decorado. La ventaja es que en una ciudad como Los Ángeles puedo aislarme totalmente, retirarme del mundo. Algo así no era posible cuando vivía en Londres o en Nueva York. Es decir, salir a dar una vuelta, decir 'buenos días' a alguien, no es nada incómodo ya... de hecho, adoro Los Ángeles en el frío, bajo las nubes, mientras la lluvia trae melancolía, cuando la ciudad ofrece una buena excusa para una taza de té. La gente no sabe administrar el mal clima, el ambiente se vuelve muy particular. Amo sentirme extranjero. En ese sentido, sin duda vivo mucho más en el interior de mi cabeza. Me haría bien tener más relaciones con gente real".

En la canción "She looks like fun", Turner cita a Bukowski. "Es sobre la gente que fanfarronea, que se inventa una personalidad falsa en las redes sociales. Yo no tengo ni cuenta de Twitter o Instagram: incluyo todas mis observaciones en mis canciones".

Allí mismo se identifica: "¡Yo hago exactamente lo que denuncio en esa canción! Cuando me mudé a Los Ángeles, me transformé rápidamente en un motorista de los años 50: cuero negro y gomina. Lo necesitaba porque después del final de una historia de amor quería una nueva vida, una nueva cabeza, un nuevo yo".

Escucha una playlist con canciones de distintas épocas de Arctic Monkeys en una selección de Culto:

https://open.spotify.com/user/44uscbvzrmpjdulrs67dzv8g2/playlist/79g54i56QV5L1vgCjSi1rH?si=kz8cv0s8RXqcki-hibnr_w