Cuando se estrenó Duro de Matar hace treinta años, el género de la acción veraniega cambió para siempre. Hoy llegamos a Rascacielos, que la homenajea.
El resultado es dispar y solo encuentra redención gracias al carisma de Dwayne Johnson, también conocido como La Roca. Will Sawyer (Dwayne Johnson) es un correcto esposo, gran padre y el experto de seguridad de La Perla, el edificio más alto del mundo, a punto de abrir al público. Ubicado en Hong Kong y con más de un kilómetro de altura, las cosas están listas para salir mal, en especial cuando un grupo de terroristas toman el lugar.
Es agradable el estreno de una cinta que no sea de superhéroes o de una saga interminable, por esto Rascacielos decepciona aún más, desaprovechando una gran oportunidad, no de reinventar el género pero sí de entregar algo excitante y atractivo.
Es cierto que la secuencia del salto de Johnson desde una grúa produce vértigo, pero la falta de un villano carismático o el poco ingenio narrativo hacen de este destilado de Incendio en la torre, una cinta del montón.