De nostalgia y esperanza: así fue el último concierto de Chester Bennington

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A mediados de 2017, apenas dos semanas antes del suicidio de su vocalista, y en medio de su gira mundial "One More Light Tour", Linkin Park se presentó por última vez en Birmingham, Inglaterra.


El 6 de julio de 2017 fue una fecha importante. Linkin Park daría un último concierto en Inglaterra y se tomaría un break de un mes para seguir con su gira One More Light World Tour en Estados Unidos. Un mes que parecía justo luego de tres meses de conciertos en Latinoamérica y varios países de Europa.

La fecha real que separaba el tour en dos partes estaba previamente fijada para el 7 de julio en Manchester, pero luego del atentado en el concierto de Ariana Grande, esa presentación fue cancelada, dejando al público del Barclaycard Arena de Birmingham como los últimos seguidores del Reino Unido con la suerte de ver a la banda.

Presentando su séptimo álbum de estudio One More Light, trabajo discográfico que no se salvó de las críticas, Linkin Park había establecido que su setlist tendría un poco de todo. Lo preciso para revivir la nostalgia de los días de Hybrid Theory (2000) y Meteora (2003) sin quitarle el peso a su nuevo disco que, a pesar de ser muy diferente al sonido característico que los hizo conocidos, tenía un mensaje de esperanza y superación muy importante.

El concierto comenzó con su nuevo material. Chester Bennington cantaba "Talking to myself" y ya hacía declaraciones silenciosas: "Admito que he cometido errores, pero los tuyos podrían costar todo. ¿No me escuchas llamándote a casa?", coreaba el público con él.

La verdadera euforia se desató cuando, después de un par de canciones más de One More Light, la banda dio un giro con el tema "One Step Closer", un clásico de antaño que el público cantó y gritó de principio a fin. Y si bien, muchos temas de Linkin Park históricamente han abordado temáticas oscuras como la depresión y sentimientos de soledad y enojo, ni esta ("Todo lo que me dices me lleva un paso más cerca del borde, y estoy por quebrarme") o ninguna canción podría haber anticipado o despertado algo en el público que no fuera solo disfrute absoluto.

La noche siguió su curso y lentamente la velada comenzó a tomar forma: En la mitad del show, y a pesar del furor en que había quedado el público con el éxito "Breaking the habit", Chester Bennington dedica unas palabras a las víctimas del atentado en el Manchester Arena sucedido el 22 de mayo de 2017.

Una herida fresca que alivia cuando les dedica "One more light", sencillo que le da el nombre al álbum y que es un mensaje de amor y esperanza que lamenta la pérdida. "Debería haberme quedado, ¿había signos que ignoré? ¿Puedo ayudarte a no lastimarte más? (...) ¿A quién le importa cuando se acaba el tiempo de alguien? Si un momento es todo lo que somos. ¿A quién le importa si se apaga una luz más? Bueno, a mí me importa". En conciertos pasados de este tour, también dedicó el tema a su amigo Chris Cornell, quien se quitó la vida el 18 de mayo de 2017.

"Quiero que miren a la persona que está al lado suyo y que le digan que la aman, que están felices de que esté con ustedes esta noche disfrutando de un buen momento, escuchando música, celebrando la vida", dice Chester mientras se baja del escenario y se acerca al público. En medio de sus fans, a quienes toma de las manos con afecto, canta por última vez esa canción.

Faltan 11 temas  y un encore para que acabe el show. Linkin Park repasa las mejores canciones de sus seis discos anteriores y el público sigue con la misma energía. "Crawling" es tocada en su versión acústica con piano y le da fuerza a una noche cargada de emoción y sentimentalismo.

La última canción recuerda al Linkin Park de siempre. "Bleed it Out" deja al Barclaycard Arena en llamas, y con un aplauso interminable, los músicos agradecen y se despiden por última vez como una banda de seis.

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