La vida del migrante no suele ser fácil. Tampoco en Chile, donde el rapero haitiano Wesly Lotog se ha erigido en ídolo de su comunidad contando en sus canciones las vicisitudes que pasa la avalancha de compatriotas llegados en los últimos años en una oleada migratoria sin precedentes.
"No todo lo que brilla es oro", advierte el rapero en sus canciones. Un mensaje dirigido a sus compatriotas, que se sienten representados en ellas. "Estuve obligado a abandonar mi país hacia donde yo me refundaría, sin saber todas las trampas que me esperarían...", canta Wesly en su pegajoso rap "No fue mi culpa", en el que relata las carencias y discriminación que los haitianos encuentran a su arribo a Chile.
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Créditos de la imagen: Claudio Reyes, AFP.[/caption]
Destino de casi 100.000 de ellos, Chile es uno de los países de América Latina que más haitianos recibió en los últimos tres años. Atraídos por la estabilidad política y económica, fueron llegando por miles -especialmente a Santiago- hasta que el gobierno chileno impuso en abril pasado una visa especial, que frenó casi en seco la llegada de ciudadanos de la isla caribeña.
Con todo, ya forma una de las comunidades de migrantes más grandes del país, junto a colombianos, peruanos, venezolanos y dominicanos, ayudando con sus costumbres a enriquecer el paisaje de la capital chilena.
Pero a diferencia de otros inmigrantes, el tránsito para la mayoría de los haitianos en Chile ha sido más que complejo. En su mayoría, desempeñan casi exclusivamente trabajos menores, como obreros o empleadas domésticas y a menudo son objeto de explotación. Muy pocos, pese a su instrucción y el manejo de varios idiomas, han logrado ascender en la sociedad chilena.
Nutrirse de la cultura haitiana
"Cuando llegué a Chile vi rascacielos. En mi país hay también rascacielos pero no así. Vi cosas hermosas y dije: 'guau, ¡éste es un país!, me gusta este país", relata Wesly.
"En mi música no solo hablo de mí, trasmito la voz de los haitianos. Por ejemplo, aquí en Chile no me acuerdo haber sufrido de algún gesto de racismo, pero muchos de mis hermanos sí sufren del racismo, por eso tomé la voz para hablar por ellos", agrega.
Antes de llegar a Chile hace tres años, Etienne Carl Wesly, artísticamente conocido como Wesly Lotog, solo había actuado ante amigos y familiares, pero en su país de acogida decidió dar un salto y profesionalizarse. Con un mánager ya contratado, ahora actúa en bares de Santiago.
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Créditos de la imagen: Claudio Reyes, AFP.[/caption]
"Cada día tomo la música como un trabajo, que hay que trabajar todos los días. Es como cuando te levantas cada mañana para ir a trabajar, la música es lo mismo, hay que trabajar también para la música", relata el músico.
Sin hablar español, poco a poco se fue abriendo espacio y hoy ya es toda una celebridad entre la comunidad haitiana, al tiempo que busca una oportunidad para llegar con su arte al resto de los chilenos.
"Hago música en un territorio que no es mi territorio, y lo hago en creole para que los chilenos empiecen a conocer y entender a los haitianos, a nutrirse de cultura haitiana", concluye.
*Nota realizada por Paulina Abramovich para AFP.