El concepto del sexto álbum de estudio de Demi Lovato, Tell Me That You Love Me (2017), era muy diferente a lo que decidió estrenar un año después. En medio del tour mundial de este trabajo, que en su mayoría tuvo críticas positivas por la madurez y seguridad que demostraba, y que la tenía ocupada presentándose en Norteamérica y varios países de Europa- con conciertos en Latinoamérica agendandos para fin de año-la cantante lazó sorpresivamente una canción el pasado 21 de junio: "Sober".
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La letra era clara y no dejaba dudas de su mensaje: "No tengo excusas para todas estas despedidas, llámame cuando se acabe porque me estoy muriendo por dentro. Despiértame cuando los escalofríos se hayan ido y los sudores helados desaparezcan (...) "Mamá, lo siento, ya no estoy sobria. Y papi, por favor perdóname por las bebidas derramadas en el piso. Para los que nunca me han dejado, ya hemos estado en este camino antes. Lo siento mucho, ya no estoy sobria".
Los fans de Demi Lovato comprenden de qué está hablando. La cantante ha luchado contra su adicción a las drogas y el alcohol por más de 6 años y en el pasado ya ha estado en rehabilitación por consumo de cocaína. Sin embargo, esta vez parecía que estaba en uno de sus mejores momentos.
La canción sigue "Lo siento por los fanáticos que perdí, que me vieron caer de nuevo. Quiero ser un modelo a seguir, pero solo soy humana. Lamento que esté aquí de nuevo, prometo que recibiré ayuda. Esta no era mi intención, siento lástima de mí misma".
Pasado casi un mes desde que dio a conocer su nueva canción, la artista siguió con su tour. Dos días atrás, el 22 de julio de 2018, dio un concierto en Paso de Robles, Estados Unidos. Luego, tenía agendado un show para el 26 de julio en Atlantic City. Pero el 24 de julio, pasaría lo que muchos temían, y lo que la canción anticipaba: Demi Lovato fue hospitalizada de urgencia por una sobredosis de heroína.
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