Éxito de ventas, fenómeno mundial de lectura y para principios de los 2000, también se convertiría en una película. El traspaso de las hojas a la pantalla grande iba a ser el salto definitivo del mundo mágico de J. K. Rowling a la franquicia que es hoy. Lo único que faltaba, además de los actores, era la música.

Anticipando que la saga de Harry Potter iba a ser de grandes proporciones, el equipo contactó a John Williams. Y el escenario era el siguiente: el compositor y director de orquesta estadounidense, hoy ganador de 5 premios Óscar y nominado 51 veces, era responsable de la creación de las bandas sonoras de importantes películas como Star Wars, Tiburón, Jurassic Park, Superman y E.T.

David Heyman, productor de la película Harry Potter y la piedra filosofal (2001), solo estaba buscando junto a Warner Bros alguna melodía para la promoción del filme, algo que englobara el concepto. Era solo un extracto, y Williams, que acostumbraba a ver las películas completas primero antes de hacer la música, aceptó el desafío.

Dentro de toda la magia que pudo ver en ese pequeño avance, la aparición de un ser vivo común y corriente le llamó la atención. "La gente que conoce el libro y la película sabrá que Hedwig (la lechuza de Harry Potter) es esta lechuza increíblemente hermosa. Ella necesitaba una música que fuera fina y liviana", comentó el director de orquesta en esa época.

John Williams pensó que, para lograr esa sensación, no podía ocupar un piano común. Entonces decidió que la canción iba a comenzar con una celesta. Este instrumento de percusión, que tiene la apariencia de un piano vertical, se llama así porque los sonidos que emite son clasificados como "celestiales", y eso es justo lo que estaba buscando. "Los pedales que tiene hace sonar las notas como una campana difuminada, es casi como una pluma de pájaro que está flotando", describió. Y es la perfecta descripción para una canción sobre una lechuza.

La primera versión de la canción, que finalmente es reminiscente de la celesta pero en un sintetizador, encantó a los productores de la película. "Recuerdo la primera vez que escuché "Hedwig's Theme". Estaba tan claro que esa era la canción. Se sintió apropiada, majestuosa y mágica", comentó David Heyman años después en un documental sobre la música de Harry Potter.

Lo majestuoso del tema hizo que finalmente Warner Bros contratara a Williams para hacer la banda sonora completa de la película, en la que incluyó la canción principal, que en un comienzo se llamaba "Hedwig's Flight" en el prólogo y en el final, con algunos cambios.

Los músicos también estaban sorprendidos. Ellos, quienes nunca tienen una idea previa de lo que tocarán hasta que están en frente de la partitura, vieron la cantidad de notas y supieron que iba a ser una canción que iba a requerir mucho ensayo. Pero todo ensayo valía la pena para la franquicia que estaba por comenzar.

A través de toda la saga de Harry Potter llevada a la pantalla grande, la canción de Hedwig ha vuelto a aparecer muchas veces, en diferentes variaciones. Mientras las películas cambiaban su temática a un lado cada vez más oscuro, las versiones de esa melodía, que comenzó con la idea de una pluma flotante y una celesta, lograron capturar la esencia de la historia del niño que vivió y también capturar la atención de los espectadores, transformándose en el himno de Harry Potter que todos recuerdan.