La familia de Aretha Franklin, la legendaria cantante estadounidense fallecida el jueves pasado a los 76 años, afina por estos días los detalles de sus funerales. Y las informaciones más recientes indican que el último adiós a la llamada "Reina del soul" no será simplemente un servicio religioso en una iglesia tradicional, sino que sus cercanos le darán la oportunidad a sus incontables seguidores de despedirse y rendirle homenaje a la artista en un multitudinario evento que se extenderá por cuatro días.
Específicamente, serán dos las jornadas en que los fans podrán decirle adiós a la intérprete de "Respect", de acuerdo a lo publicado ayer por la prensa de Detroit. Según estos medios, entre el 28 y el 29 de este mes se realizará un evento abierto a todo público en el Museo Charles H. Wright de Historia Afroamericana de Detroit, la ciudad donde Franklin se crió (pese a que nació en Memphis) y donde falleció esta semana, luego de una dura batalla contra un cáncer de páncreas que nunca reconoció públicamente.
El museo, un amplio recinto que la cantante visitaba frecuentemente, tiene cerca de 40 mil metros cuadrados y es el más grande del mundo en su tipo. Por ello, se espera que reciba a los miles de admiradores de la solista. Se trata del mismo lugar que en 2005 albergó por tres días el féretro de la destacada activista Rosa Parks -importante figura del movimiento por los derechos civiles en EE.UU.- y a quien Franklin le rindió una emotiva interpretación en vivo durante su funeral.
Además, fuentes cercanas a la familia revelaron que la cantante será despedida con ataúd abierto, y que el canto se tomará el evento.
Dos días después, el 31 de agosto, se hará una ceremonia privada y de carácter familiar en el Templo Greater Grace, para luego sepultar el cuerpo de la artista en el Cementerio Woodlawn junto a su padre, el reverendo C.L. Franklin, y sus hermanos Cecil, Carolyn y Erma.