Para su debut en la dirección, el británico Drew Pearce no se guardó nada. Con un presupuesto de sólo 15 millones dólares, un monto acotado para un proyecto de sus características, se las arregló para llevar a la pantalla un thriller distópico plagado de violencia, disparos y secuencias de acción, en el que también hay espacio para el humor negro. De paso, convenció a un destacado y variopinto elenco comandado por Jodie Foster -en una tecla en la que pocas veces se le ha visto-, al que se sumaron técnicos de renombre, como el director de fotografía surcoreano Chung Chung-hoon (It) y el veterano Ramsey Avery, experto en el diseño de ambientaciones futuristas, como las de Minority report y Guardianes de la galaxia 2. El objetivo de Pearce con la historia que él mismo escribió, era, según declaró a la prensa, "hacer la película favorita de al menos una persona".
A poco más de dos meses de su estreno en Estados Unidos, Hotel de criminales, la ópera prima del co-guionista de Iron Man 3 (2013) y Misión imposible: Nación secreta (2015) parece haber cumplido sus expectativas. Si bien no se transformó en un batatazo de taquilla -tampoco nadie esperaba aquello- recibió elogiosos comentarios de buena parte de la crítica y posicionó al inglés como un cineasta arrojado y con carácter.
Esto, con una trama ambientada en Los Angeles en 2028, donde funciona en secreto el Hotel Artemis, un hospital clandestino al que llegan los más peligrosos criminales de la ciudad. El recinto, a cargo de un enigmático personaje conocido simplemente como "La enfermera" (Foster), tiene reglas claras -entre ellas la prohibición de atacarse entre los huéspedes-, las que se verán alteradas por el plan de un peligroso grupo de asaltantes. Un debut "con la elegante simplicidad de una película de cine B, envuelta en una taquillera pieza de entretenimiento", dijo Variety sobre la cinta, en la que también actúan Sterling K. Brown, Sofia Boutella, Jeff Goldblum, Zachary Quinto, Dave Bautista y Charlie Day.
"Hoy vivimos en una época en que pareciera que todo el mundo necesitara pensar igual, en que nos da miedo tomar riesgos y expresar una mirada distinta. Las redes sociales son todo blanco o negro, sin espacio para nada entre medio, y nos movemos entre algoritmos y reseñas de una sola línea de extensión. Creo que a veces es divertido cuando las cosas son un poco más complicadas que eso", dice Pearce, a modo de declaración de principios, al teléfono con Culto, antes del estreno en Chile de Hotel de criminales, este 20 de septiembre.
¿En estos días en que casi todo el cine de este tipo se reduce a remakes y superhéroes, ¿cree que es difícil aventurarse con una historia original de acción y ciencia ficción?
Creo que a veces es difícil venderle algo nuevo al público. Pero hay que seguir tratando de crear nuevos mundos que sean cautivantes y convincentes. Y si no conecta con el público de una forma, esperas es que al menos encuentren allí otros caminos que sí les hagan sentido. Mi anhelo es que las audiencias sigan abiertas a ideas que lleven el cine hacia adelante. Creo que hay espacio para todo tipo de películas, y es nuestra obligación como realizadores seguir siendo consecuentes e intentar hacer cosas nuevas e increíbles.
La crítica ha destacado la película por su producción de alto vuelo y su mirada de autor. ¿Desde un principio busca ese balance?
Claro. Creo que una de las cosas llamativas de la película es que tiene elementos de diversos géneros. No es la típica cinta de acción, pese a que tiene muchas escenas de ese tipo. Es una película de crimen, pero tiene mucha comedia. Creo que lo interesante aquí es que el cine estadounidense, y en cierta medida el europeo, al igual que la crítica y el público, se han ido acostumbrando a una forma de hacer películas que se ha estandarizado bastante. Mientras que en otros lugares del mundo, como Sudamérica o Corea del Sur, se espera que las películas puedan ser más que sólo una cosa; que puedan ser originales, con personalidad y que se muevan sin problemas entre un género y otro.
¿Su experiencia previa como guionista de las sagas Iron Man y Misión Imposible se traduce en este filme, o ve a Hotel de criminales como un punto de inicio?
Creo que todo lo que haces te lleva a lo siguiente. Hay una lección, un aprendizaje en todo y vas acumulando habilidades. Hay cosas que aprendí siendo músico, hace 20 años, por ejemplo. En ese sentido, esta película no es tanto el resultado de lo que hecho en mi carrera, es más bien el resultado de lo que he aprendido en mi carrera. Obviamente hay detalles, ciertos elementos en común con Iron Man 3, por ejemplo, que están presentes en Hotel de criminales. Pero para ser sincero, aquí estaba tratando de crear algo que tuviera un tono y una sensación que no se hubiese visto antes, y creo que conseguimos eso.
Contar con un elenco y un equipo técnico tan estelar debe ser un estímulo importante, ¿no?
Seguro. Eso sí, por un lado, era muy probable sentirse algo intimidado con toda esta gente (ríe), pero creo que como director tienes que saber superar tu orgullo y asumir que todas las personas que están involucradas en el proyecto llevan trabajando en esto muchos más años que tú. Aunque eso no significa que tengas que estar de acuerdo en todo con ellos. Lo importante es saber escuchar y pensar siempre en lo que funcione mejor para la historia.
¿Cómo convenció a Jodie Foster de sumarse al proyecto y qué impresión le dejó su trabajo?
Lo interesante de Jodie es que ella busca las películas en las que quiere involucrarse. Y de alguna forma, ella nunca me dijo por qué, el guión de Hotel de criminales llegó a sus manos. Después nos juntamos, ella fue muy amable y generosa, y 20 segundos después de despedirnos llamé al productor y le dije: "Jodie Foster está en la película, no quiero a nadie mas". Ella fue la primera persona que se sumó al proyecto y colaboró activamente en su realización. Eso es lo que me pone mas orgulloso: que a una de las mejores actrices de la últimas décadas, con experiencia también como directora, le haya gustado mi historia y le haya dedicado su tiempo y energía.