De buen ánimo, más delgado y con ganas de hablar, llegó ayer Álvaro Henríquez al lanzamiento de la Yein Fonda, cuya edición 22 se realizará entre el 15 y el 19 de septiembre en el Centro Cultural Chimkowe (Peñalolén). El evento marcará el regreso formal a los escenarios del músico -tras su aparición en el show de Café Tacvba el mes pasado-, a cuatro meses de su trasplante de hígado y a ocho de sus últimas presentaciones junto a Los Tres, con quienes ya piensa en planes concretos para el futuro inmediato.
"La idea es grabar otro disco, las canciones nuevas ya están", cuenta a Culto. "Tenemos que ordenar los tiempos para los estudios [de grabación], el lanzamiento. Y también queremos empezar a tocar ya definitivamente, volver a las giras aquí en Chile, en México, Estados Unidos".
- Según ha contado, su estado requiere cuidados permanentes, algunos incluso de por vida. ¿Se puede proyectar un futuro de giras y lanzamientos en estas circunstancias?
- Es súper relativo porque recién voy en el cuarto mes desde la operación. Mi recuperación ha sido súper rápida pero tampoco me puedo pasar de patudo y decir "ahora puedo hacer todo lo que quiera". Por lo mismo voy paso a paso, y todo con la venia de los doctores siempre.
- ¿Y hubo autorización para lo de Café Tacvba o fue una escapada?
- Ahí me escapé (ríe). No, es que no es que tenga que pedir permiso; ellos ya consideran que ya puedo hacer la pega. Todo. Al final, depende de lo que pueda rendir yo, es una cosa personal y lo vamos a ver en la fonda.
- Sus excompañeros de grupo, Ángel Parra y Francisco Molina, le dedicaron palabras de apoyo durante estos meses. ¿Cómo lo hace sentir eso?
- Me parece súper bien. Cuando uno ha trabajado tanto tiempo con ciertas personas queda ahí el respeto, que se demuestra en cualquier dificultad que alguno pueda tener. Así que me parece muy bien y también les mando un saludo a ellos. Buena onda.
- Este fue un año bien complejo en general para su grupo y con inconvenientes extramusicales, como la salida de su exmánager, quien habría intentado inscribir la marca "Los Tres" a su nombre. ¿Son asuntos ya superados?
- Eso fue como una pesadilla, la verdad. Creo que uno lo va superando de a poco. Yo soy más bien de [la lógica] "a rey muerto, rey puesto". Y chao, seguir para adelante. Lo de la Claudia [Schlegel] fue un final como de película de terror. No me gustaría volver a trabajar con ella y volver a repetir un error tan grande como el que cometí yo.
- Después de meses difíciles, ¿el presente lo ve como un reinicio total en su vida o simplemente una forma de retomar lo pendiente?
- Es una mezcla de las dos. Retomar lo que ya estaba, pero sin duda que es otro tipo de vida. Ya no es la vida que llevaba antes.