El buen momento de la ficción española sigue sumando títulos a su abundante y bien recibido catálogo de producciones. Tras confirmar a Madrid como nueva sede para Europa, Netflix presenta Élite, su tercera serie española luego de Las chicas del cable y Paquita Salas. La misma que llegará a la plataforma digital el viernes 5 de octubre.
Se trata de un joven reparto que pretende cautivar a un público transversal con un entramado en donde se juega un intercambio de roles entre "invasores e invadidos" en una sociedad fuertemente discriminatoria.
La historia transcurre en San Esteban, un pueblo ficticio de la sierra, donde la exclusiva escuela de La Encinas recibe a tres nuevos alumnos provenientes de la clase obrera, cuyo instituto ha sido dañado por una catástrofe natural. Este hecho se tensionará al coincidir con un misterioso crimen que remecerá e irá arrastrando a sus protagonistas.
Élite cuenta con un elenco coral formado por once actores, entre ellos tres ya conocidos por su trabajo en La casa de papel. Miguel Herrán es Cristian, uno de los nuevos estudiantes, con inclinación a ejercer abuso escolar, lo que lo hace llamar la atención en el nuevo colegio. "Es un chaval de barrio que entra a un colegio a la mala, sin notas y que se juega la vida por intentar pertenecer a este mundo. Ahora me doy cuenta, porque mi personaje hace bullying, que yo hacía lo mismo, reírse del chico negro o marroquí de la clase. Cuando eres niño son tonterías pero ahora veo lo que hacía", recuerda en conversación con Culto.
También está María Pedraza, quien es Marina, una chica perteneciente a la clase alta con espíritu rebelde que reniega de su origen. "No tiene mucho contacto con su círculo de amigos, no se encuentra a gusto con lo que le ha tocado vivir, pero se aferra a las personas que la hacen sentir bien", cuenta sobre este nuevo personaje. Junto a ellos figura Jaime Lorente como Nano, quien acaba de salir de la cárcel y que en plena reinserción social se ve involucrado en los conflictos del pueblo.
Si bien es una serie protagonizada por jóvenes, éstos coinciden en que se trata de una producción para todo público, donde se expone un puzzle de realidades junto con una clara crítica a las presiones sociales por cumplir con distintos cánones. Sobre esto, comenta Ester Expósito (Vis a Vis), quien interpreta a Carla: "Acá se ven personajes de los que se espera mucho de ellos y lo que realmente desean lo cohíben por esta sociedad en la que todos opinan sobre ti y de lo que haces. Mi personaje se verá enfrentado a esto y eso la hará experimentar nuevas cosas".
Otras historias paralelas que destacan son la de Nadia (Mina El Hammani), una chica musulmana que comienza a cuestionarse las tradiciones que su familia impone, desarrollando una encrucijada entre religión y feminismo. Mientras que Polo, interpretado por Álvaro Rico, es un estudiante de clase alta conservadora que a lo largo de la serie descubrirá su bisexualidad.
La cuota ácida y villana la da Danna Paola (José José, el príncipe de la canción), la mexicana con una popular carrera en su país, interpreta a Lu. Ella es una adolescente que, junto a Guzmán, el líder del grupo -interpretado por Miguel Bernardeau- se convertirán en cómplices a través de singulares y malintencionadas aventuras.
Frente a las altas expectativas, debido al buen momento que vive la ficción española a nivel internacional, el director de cinco de los ocho capítulos de esta temporada, Ramón Salazar (guionista de la cinta Tres metros sobre el cielo, entre otras), comenta: "Hay mucho impulso, hay una responsabilidad que nosotros hemos enfocado queriendo hacerlo a la perfección, y sobre todo con seriedad y profundidad. Aparte de diversión, la serie tiene muchísimos movimientos, está muy viva, en cada capítulo pasa algo fascinante".
Por su parte, el elenco se muestra sorprendido por esta buena recepción y, en el caso de María Pedraza, la actriz reconoce que "es algo que no esperábamos, no soy consciente, pero que lo disfruten y que ahora salga esto ya". Pese al buen momento que vive la ficción en España, sus involucrados le bajan el perfil a la eventual sombra que puede proyectar el suceso de La casa... en otras producciones de ese país. De alguna manera, quieren alcanzar el éxito propio.