Desde la dirección, la definición fue simple y a la vez compleja: por cada escena, un solo plano. En la mayoría de ellos, casi siempre al interior de una casa de Recoleta, hay una figura que se reitera: la de una madre que carga con un gran dolor y lleva las riendas de un hogar donde viven muchas mujeres y un padre silente, que ha reaccionado de ese modo a la pérdida de su hija, asesinada años atrás al salir de una discoteca.
"Es horroroso que a una madre se le muera una hija, creo que ese es un punto de partida tremendo", dice Roxana Campos (60), que interpreta a la protagonista de Enigma: Nancy, una mujer que a falta de respuestas concretas contempla ir a un programa de televisión que dedicará un capítulo a la recreación del caso de su hija, ofreciéndole "un poquito de justicia", como le asegura al inicio un periodista (Néstor Cantillana).
Aunque en esa casa no se comenta abiertamente ni sus intenciones de ir a la TV ni que la joven asesinada era lesbiana, hay una sutil y permanente tensión a lo largo de la película, que Campos encarna con firmeza junto a un elenco que también integran Paula Zúñiga y Rodrigo Pérez. "Quietud, lentitud, un trabajo muy interno, sin tanta exteriorización de las emociones", enumera la actriz. "Fue bonito y también una exigencia, porque yo soy muy expresiva. Era un reto mantener todo concentrado".
Para ella, que estuvo casi tres décadas en TVN, en teleseries como Pampa ilusión y Romané, y fue parte con Andrés Pérez de la compañía Gran Circo Teatro, este es su primer rol protagónico en una película. Uno que llega en un periodo en que, salvo contadas excepciones en cine, ha estado prácticamente retirada de la actuación, para profundizar en el camino espiritual que durante décadas dice la ha acompañado, y hoy la tiene viajando por el mundo cerca de la mitad del año.
"Lo que yo decidí es ser feliz y hacer cosas que me hicieran sentir realizada, porque la televisión y el teatro ya no me hacían feliz. Me empecé a sentir incómoda con muchas situaciones. Yo entiendo a mis colegas que les encanta, es maravilloso lo que hacen, pero ya no era más mi camino", revela desde Estambul, Turquía, detallando: "Siempre dije: si aparece algo interesante en cine, quiero hacerlo, no voy a cerrar esa puerta. Y golpearon, me llamaron".
No es casualidad que sus dos roles más destacados del último tiempo hayan sido junto al mismo director, Ignacio Juricic (28), uno de los cineastas más promisorios del panorama local. En el cortometraje Locas perdidas (ganador del segundo premio de la Cinéfondation en Cannes 2015) la convocó y en Enigma le confía el peso de la historia. Ella dice que durante estos años se han hecho muy buenos amigos, mientras que él suscribe y explica: "La película estuvo pensada en ella desde un principio. Antes de tener un guion, ya le había contado que quería que fuera la protagonista". Entre visitas a la casa de la actriz, onces y lecturas de guion, la cinta fue tomando forma.
"Creo que en el resultado se nota harto que ella se empoderó. La película la mostramos en los work in progress de Guadalajara y Toulouse, y un comentario obligado es que está muy bien, te dicen 'quién es esa actriz'. Brilla mucho, y yo creo que también es porque hubo un proceso de trabajo súper unido".
Aunque Juricic señala que casi todo es ficción, también es claro en decir que la inspiración de la historia está en el crimen de Mónica Briones, una mujer lesbiana que fue asesinada en 1984 al salir de un bar junto a su pareja. El caso se cerró sin culpables, y a principios de siglo el programa Enigma (TVN), dedicado a los acertijos policiales, hizo un episodio.
El director explica: "Esto fue en los 80, pero por ejemplo, hace muy poco, está lo que pasó con la serie de Alto Hospicio y la carta que enviaron las madres (de las víctimas), en que contaban que algunas se habían intentado suicidar. Existe un tema con la representación, a qué representación puedes acceder tú, y siento que la película se pregunta todo lo que hay detrás cuando hacen TV sobre una tragedia". Y continúa: "En este país, las mujeres y sobre todo las pobres, no tienen ninguna voz. La película tiene que ver con tomar postura frente a eso".
Esa propuesta llegará al Festival de San Sebastián (21 al 29 de septiembre), donde Enigma es la única cinta chlena de la sección Horizontes Latinos. Allá se encontrarán Roxana Campos, Juricic, la productora Mariana Tejos y el director de fotografía Danilo Miranda. Y luego los mismos estarán en octubre en el Festival de Valdivia, en el estreno chileno, donde el filme competirá en la principal sección.